Nayarit.- A finales del mes de mayo se tiene programada la primera cosecha del mango de variedad Ataulfo, y unos días después la de mango Manila.
La situación de esta producción ha generado preocupación en quienes se dedican a la producción y comercio de esta fruta, luego de que la misma sufre problemas por el clima.
Las variaciones de clima han impactado en el tamaño del mango, hay fruta de la medida de una canica, también del tamaño de una guayaba, ya sazones, pero su medida natural no alcanzó el desarrollo.
Se considera que solo alrededor de cien hectáreas tienen un manejo 100% sanitario, a diferencia de alrededor de 650 hectáreas, donde algunas fueron trampeadas y otras no, inclusive, sin actividades de estación de cebo.
Para evitar mayores pérdidas se ha solicitado un crédito para adquirir un producto, que se espera llegue en el transcurso de la siguiente semana y así poder normalizar un poco más la situación.
La anterior medida, de forma extraoficial se conoce, trae como consecuencia presión en trabajadores de campo, luego de que tendrán que hacer trabajos de control apresurados para evitar que se sufra un daño catastrófico.
Poco o nada se ha dicho, pero ya se han detectado algunos insectos que dañan frutas y esto puede constatarse en algunos polígonos, donde ya se empieza a ver ciruela larvada.
Conocedores han considerado el temporal de producción de mango como un año muy irregular, complicado, al no existir la calidad para la exportación, pese que a nivel nacional Bahía de Banderas era el número uno en exportar mango Tommy.
