En la modernización del Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) deben establecerse “igualdad de condiciones” para beneficiar a los productores de maíz de México, Estados Unidos y Canadá.
El presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), Juan Pablo Rojas Pérez, dijo que los representantes de los tres países coincidieron en mantener el capítulo agropecuario en las mismas condiciones.
Ello, toda vez que representa uno de los mayores éxitos del acuerdo tripartita, sin embargo preocupa la propuesta norteamericana para restringir la comercialización de estos productos en función de la temporalidad.
En ese sentido, mencionó que en las medidas interpuestas hay dos riesgos para los maiceros mexicanos: el precio y el uso de nuevas tecnologías.
Al anunciar el Cuarto Congreso Nacional Maicero, a celebrarse los días 6 y 7 de noviembre en Tepatitlán, Morelos, señaló que México carece de una diferenciación de precios dentro de las cláusulas del TLCAN, con la intención de comercializar el maíz blanco y amarillo.
“En México tenemos un precio de maíz blanco trazado con referencia al precio internacional del maíz amarillo, y eso no es equitativo en la comercialización. El maíz blanco debe tener un precio más alto”, argumentó en rueda de prensa.
Apuntó que los productores de maíz tienen desventaja en el uso de nuevas tecnologías, lo que les impide ser más productivos y competitivos ante los otros países y, en consecuencia, los grandes consumidores nacionales prefieren adquirir aquella producción, que es más barata.
“Es por ello que los mexicanos no se interesan en producir más ni ponerle calidad. Llega la cosecha y como no tienen infraestructura carretera, de almacenamiento y acopio, tienen que venderlo al precio que se los quieran comprar”, remarcó.
Debido a esto, Rojas Pérez llamó a establecer una política agrícola integral e incluyente en México, la cual permita incrementar la productividad en el campo mexicano y, de esta manera, ser más competitivo ante los mercados internacionales.
Puntualizó que esta medida debe incluir la aplicación de recursos económicos, ya sean de subsidio o crédito, para combatir el déficit de este alimento.
Estimó que en la cosecha 2017-2018 se producirán 26 millones de toneladas del grano porque el temporal ha sido bueno, de los cuales, más de 2.5 millones de toneladas serán de maíz amarillo.
Añadió que la demanda nacional de maíz amarillo es de 17 millones de toneladas anuales, por lo que el déficit es superior a 14 millones de toneladas y, por ello, son importados de Estados Unidos, principalmente, para satisfacer a productores ganaderos y las agroindustrias.
