La actual campaña comercial (2017/18) debería cerrarse con niveles récord de inventarios para el trigo y el maíz, mientras el índice de precios alimentarios se mantuvo en enero apenas sin cambios respecto al mes anterior y casi 3.0 por ciento por debajo de su nivel de hace un año, informó hoy la FAO.
“Los mercados mundiales de todos los principales cereales se mantienen equilibrados, con el respaldo de niveles récord de inventarios”, señaló la última Nota informativa de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre la oferta y la demanda de cereales.
Se prevé, dijo, que el ratio entre existencias y utilización -un indicador de suministros mundiales estables-, llegue a su nivel más alto en 16 años.
El pronóstico actualizado de la FAO para la producción mundial de cereales en 2017 es ahora de dos mil 640 millones de toneladas, 1.3 por ciento más que en 2016 y un récord histórico.
La previsión se ha incrementado en 13.5 millones de toneladas desde diciembre, siendo los cereales secundarios responsables de la mayor parte de este aumento, debido en gran medida a la mayor producción de maíz prevista en China, México y la Unión Europea (UE).
La FAO elevó también sus previsiones de producción para el trigo en 2017, debido a las expectativas de mayores cosechas en Canadá y Rusia; y para el arroz, tras una revisión al alza en China.
La utilización prevista de cereales en la temporada 2017/18 se incrementó igualmente, ya que ahora es 1.4 por ciento más que en 2016/17. La revisión al alza incluye un aumento notable en los cereales secundarios, cuyo uso para piensos alcanzará un máximo histórico gracias a las fuertes alzas proyectadas en Brasil, China, la UE y México.
Debido que se espera que la producción de cereales crezca más que la utilización, se prevé que las existencias suban por encima de sus ya elevados niveles de apertura, lo que permitirá un holgado ratio entre existencias mundiales y utilización del 27.7 por ciento, el más alto desde 2001/02.
Mientras tanto, se espera que el volumen del comercio internacional se contraiga ligeramente para todos los principales cereales, excepto el maíz.
El índice de precios de los alimentos de la FAO, también publicado hoy, tuvo una media de 169.5 puntos en enero, apenas sin cambios respecto al mes anterior, ya que el aumento de los precios de los cereales básicos y el aceite de palma se vio compensado con la disminución de las cotizaciones del azúcar, la mantequilla y el queso.
La lista de precios de los cereales de la FAO aumentó casi 2.5 por ciento desde diciembre, ya que el efecto de los abundantes suministros se vio compensado con creces por la inquietud sobre la meteorología y la debilidad del dólar. El índice -que comprende el trigo, el arroz y los cereales secundarios, incluido el maíz-, es 6.3 por ciento más alto que su nivel de enero de 2017.
El índice de precios de los alimentos de la FAO es ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los precios internacionales de los cinco grupos principales de alimentos básicos.
La lista de precios de los aceites vegetales de la FAO apenas se vio modificado en enero, ya que los valores del aceite de palma aumentaron ligeramente, mientras que los del aceite de girasol y colza se debilitaron.
El censo de precios de los productos lácteos de la FAO disminuyó 2.4 por ciento con respecto a diciembre de 2017. Unos precios internacionales más bajos para la mantequilla y el queso, lastrados por abundantes suministros en el hemisferio norte y Australia, compensaron los precios más altos de la leche en polvo.
Por su parte, el índice de precios del azúcar se redujo 1.6 por ciento, para situarse más de un 30 por ciento por debajo de su nivel de hace un año, afectado por los buenos resultados de producción y, en consecuencia, las amplias disponibilidades para exportación.
La lista de precios de la carne de la FAO se mantuvo casi sin cambios a nivel intermensual, ya que la debilidad de la demanda de importaciones de carne de aves de corral y de porcino compensó la mayor demanda de carne de ovino y la reducción de las cantidades de bovino puestas a la venta en Oceanía.
NTX