Ante esto, el SIAP monitorea con imágenes satelitales de baja, alta y de muy alta resolución los 24.6 millones de área agrícola. (Atlas Agroalimentario 2018)
El campo es uno de los sectores más importantes de un país, si este se ve afectado por algún fenómeno natural representa no sólo una pérdida de alimentos, sino también una gran pérdida económica porque aumentan las importaciones de alimentos y disminuyen las exportaciones de la producción nacional.
Las lluvias y sequías afectan a la producción del campo al dejar en malas condiciones las tierras de cultivo, o bien con el siniestro total de las cosechas; el ganado, que forma parte del sector productor de alimentos, también requiere atención frente a los desastres naturales, y en el caso de una inundación, por ejemplo, necesitan ser reubicados para evitar que se enfermen o mueran.
Por otro lado, la actividad volcánica también es monitoreada ya que influye directamente en las tierras donde se cultiva y crían animales, con esto se busca prevenir y evitar pérdidas agroalimentarias.
Actualmente se mantienen monitoreados, principalmente, cuatro volcanes que pueden afectar al campo, estos son el Popocatépetl, volcán de Colima y Tacaná en México, además del volcán de Fuego en Guatemala que se encuentra cerca de la frontera con Chiapas.
Las exhalaciones de los volcanes fronterizos pueden introducir o expandir plagas de un país a otro afectando la sanidad de los productos agroalimentarios, por esto es importante saber a dónde se dirigen las cenizas y los gases expulsados para evitar la llegada de plagas que están controladas, erradicadas o que no existen en el territorio mexicano.
El SENASICA es el encargado de mantener monitoreado todos aquellos fenómenos naturales que puedan afectar al campo para asegurar la obtención de una producción agroalimentaria de calidad.