“Sí tenemos frío, pero tenemos más hambre”, dijo Margarita Baqueteros Plascencia, representante del Consejo Indígena de Ancianos, quien en compañía de otros integrantes visitó Delicias y su región, para solicitar ayuda en alimentos.
La mujer de 84 años de edad, mencionó que este año fue muy triste para ellos porque algunos sembraron y no levantaron nada. “Este (2018) está peor que el anterior (2017)”, dijo.
Ese es el motivo de estar aquí solicitando alimentos “para nuestra gente, para la sierra de nosotros”.
Lo más básico es maíz, frijol, arroz, se puede mandar lo que se junte, no solo eso, hay gente que ayuda pero como la sierra es grande y con muchas comunidades, sí llevan, pero no alcanza para todos, “yo sí quisiera que lo que se recabe sea para dos comunidades: Cusárare y Basíguare”. Ambas localidades suman unas 2 mil personas, que son los más cercanos, y con ayuda de Dios se pueden recaudar más víveres para otras partes, precisó la líder indígena.
“Hay personas que están juntado chamarras, pero más que chamarras hace falta la alimentación. Hay gente que recaba cobijas, pero a pesar de todo eso necesitamos comida, porque las personas podemos vivir sin ropa, sin nada, pero sin comida no”, insistía.
“Lo que más necesitamos en la sierra es alimentación, nadie vive sin comer, hay personas que hacen una comida al día y poquito, para poder tener para el día siguiente. Procuramos no comer tanto, no hacemos las tres comidas, hacemos una comida para que alcance más”.
La alimentación la fincan en pinole, habas, chícharos, papas, pero en este año por la falta de lluvia en julio no hubo nada. Las papas se dieron como unas caniquitas, lamentó.
“A eso venimos nosotros a pedir ayuda, si tiene la voluntad la gente de Delicias, de Meoqui, de Julimes, de los alrededores que nos pueda ayudar”. Los centros de acopio se tratarían de establecer a través de las presidencias municipales a donde asistirían a plantear la situación.
Bartolo López Pérez, presidente del Consejo Indígena; Gustavo Fierro, asesor del Consejo Indígena y Flor Bejarano, representante de los Asentamientos Urbanos y Gabriel Tepórame, supervisor de Educación Indígena en la región centro-sur, acompañaron a Margarita en esta diligencia de pedir alimentos.
“Hay desnutrición en los niños. Hay zonas muy difíciles a donde no se llega fácilmente y a donde se pretende llegar para que se tenga el alimento, es necesario que vaya la gente para que vean nuestra realidad”.
Se contemplan dos semanas para juntar lo más que se pueda. Están como centros de acopio El Barzón en el círculo de la plaza Benito Juárez, en el ejido Meoqui, en el ejido Bachimba, en la comunidad de Salón de Actos. De igual manera se tiene el apoyo de la Central de Abastos de Iztapalapa, estando presente aquí ayer el hijo del presidente de dicho organismo para mover lo que se logre recolectar.
El Diario de Chihuahua