El chapulín, es una plaga endémica, recurrente y de amplia distribución en el país. Causa pérdidas en la agricultura, sobre todo en cultivos de frijol y maíz, y en pastizales naturales en los estados cuya altitud es superior a los 2,000 msnm como: Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Hidalgo, México, Michoacán, Puebla, Tlaxcala y Guanajuato, donde se registran los géneros Melanoplus, Boopedum, Mermiria, Sphenarium y Brachystola. El no aplicar medidas de control contra el chapulín puede ocasionar pérdidas que van del orden del 50 al 60% en cultivos de granos básicos y disminuciones del 30 al 40% en la producción de forraje.
Las especies más comunes y de mayor importancia en México pertenecen a los géneros Melanoplus, Sphenarium y Brachystola. Estas especies se encuentran en el Altiplano y Norte del país, donde infestan anualmente una superficie de alrededor de 300,000 hectáreas. Los daños son ocasionados por ninfas y adultos al alimentarse de hojas, tallos y frutos tiernos de los cultivos de los que se alimentan (granos básicos, leguminosas, hortalizas, frutales, etc.). Los daños repercuten en forma directa sobre los rendimientos obtenidos por unidad de superficie, en la calidad fitosanitaria y comercial, causando pérdidas socioeconómicas con un decremento significativo de las ventas de productos y subproductos de estos cultivos en el mercado nacional.
Entre 1979 y 1989 se reportan los primeros brotes de chapulín en varios estados de la República Mexicana. Por lo que a partir de entonces, se establecen medidas para el manejo y control del chapulín. La campaña contra chapulín se establece formalmente en 2008, teniendo como objetivo reducir los niveles de infestación a menos de 5 ninfas por metro cuadrado, a través de la detección y control oportuno de los brotes de esta plaga.
En 2012 la campaña opera en seis estados: Chihuahua, Guanajuato, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Zacatecas. La estrategia operativa de la campaña incluye acciones de exploración, muestreo, control biológico y control químico, capacitación, divulgación y supervisión. En el presente año, se tiene una estructura operativa compuesta por 19 técnicos, entre los que se encuentran coordinadores de campañas, profesionales fitosanitarios y auxiliares de campo.
De 2008 a 2012 se ha realizado una inversión federal de 18.8 millones de pesos. Dejar de realizar la campaña, traería como consecuencia el incremento en los niveles de infestación del chapulín, lo que afectaría a diversos cultivos, ocasionando pérdidas en el rendimiento y calidad y aumento de los costos de producción. De acuerdo a los resultados del muestreo, en 2011 la superficie afectada por chapulín fue de 23,557 hectáreas, distribuidas en los estados de Chihuahua, Guanajuato, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, en donde se realizó el manejo de los focos de infestación, evitando con estas acciones pérdidas en el rendimiento y calidad de frutos y hortalizas. Los principales cultivos afectados fueron, en orden de superficie atendida, maíz, frijol, cebada, sorgo, avena, trigo, alfalfa, tomate de cáscara, agave, haba, brócoli, durazno, calabaza, cilantro, chile y cebolla. Sin embargo, cifras del SIAP para el 2011, indican que tan sólo la superficie de frijol, maíz y sorgo que podría ser afectada se ubica por arriba de los 2.8 millones de hectáreas, de donde se obtiene un volumen de producción aproximado de 6.7 millones de toneladas y cuyo valor supera los 23 mil millones de pesos.
Cópula. Una vez que los adultos maduran sexualmente se inicia la cópula
Muestreo de ootecas. El objetivo es conocer de forma indirecta la posible densidad poblacional de ninfas/m2.
Ootecas.- Vainas en forma de curva dentro de la cual se encuentran los huevecillos
Ninfas alimentándose del elote del maíz.