Michoacán está considerado el primer productor de aguacate Hass de México y del mundo. En esta privilegiada región se encuentran condiciones climáticas ideales, con temperaturas que oscilan entre los 16 ºC y los 25 ºC.
“Tenemos un periodo lluvioso que se extiende entre mayo y septiembre, después viene un periodo seco, pero nuestro tipo de suelo, además de tener los minerales que el aguacate necesita, retiene fácilmente la humedad, lo que hace que el cultivo no se estrese ni sufra la falta de agua”, explica el ingeniero Agustín Sánchez, de la empresa Coliman Avocados.
La empresa trabaja directamente con más de 5.000 productores independientes que por la confianza establecida a lo largo de los años comercializan su aguacate Hass vía el Grupo Coliman.
“El área de cultivo michoacana es muy grande, 140.000 hectáreas dedicadas a la producción de Hass, donde la altitud varía desde los 1.500 a los 2.400 metros; en las áreas más bajas empezamos a cosechar en junio y en las de mayor altura terminamos la cosecha en abril del siguiente año. Esto nos permite abastecer a nuestros clientes todo el año de forma continuada”, explica Sánchez.
Si bien Estados Unidos es el mayor comprador de aguacate mexicano, con importaciones que superan las 500.000 toneladas anuales, Coliman abastece al mercado interno y exporta sus aguacates convencionales y ecológicos a importantes destinos como España, Francia, Canadá, Centroamérica, Japón, Singapur, Hong Kong y China.
“Si bien cada mercado tiene sus requerimientos, de todos ellos el japonés es el que presenta un nivel más elevado de exigencia; por una cuestión cultural, las frutas que llegan al mercado deben de presentar un aspecto estéticamente perfecto”, explica.
Con respecto al mercado Chino, Sánchez comenta: “La demanda de nuestro aguacate está aumentando, este año notamos un incremento muy especial en el consumo en China, donde ya estamos enviando entre 500 y 1.000 toneladas por semana”, comenta Sánchez.
En la actual campaña, que comenzó en junio pasado, según el ingeniero Agustín Sánchez, está previsto que la producción se incremente en un 10% con respecto a la de la temporada anterior, lo que la llevará a superar 1.300.000 toneladas.
“Este aumento de la producción se debe a que la zona de cultivo está creciendo, hay más productores y fincas nuevas, pero en la cuestión tecnológica no hemos crecido tanto como, por ejemplo, sí lo han hecho los chilenos”, explica Sánchez.
Las condiciones climáticas e hídricas tan propicias y el relativamente bajo costo de la tierra hacen que la gran mayoría de los productores mexicanos no sientan la necesidad de realizar grandes inversiones para tecnificar su producción; una realidad muy diferente a la de países como Perú o el mismo Chile.
“El cultivo chileno está establecido en zonas que no son tan apropiadas como lo es Michoacán, ellos deben aplicar sofisticadas tecnologías de riego y de control de plagas. Pero nosotros debemos mejorar nuestra productividad, en Chile ellos logran producciones de hasta 30 toneladas por hectárea, mientras que el promedio nacional en México ronda las 9 toneladas”, y añade: “Pero la demanda crece muy rápido, el día que todos los chinos consuman aguacate, será obligatorio empezar a trabajar aún más fuerte y hacer rendir cada metro de tierra al máximo”.
La Crónica de Chihuahua