En las granjas avícolas de Jalisco, principal productor del país, no hay problema alguno de sanidad ni una baja en la producción que pudieran estar ocasionando el aumento al precio del huevo, afirmó categórico el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), Héctor Padilla.
Por el contrario, anticipó que tras declarar controlado en el 2014 el problema de gripe aviar en la región de Los Altos, este año la Seder y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) proyectan declarar erradicado por completo el efecto generado por el virus AH7N3.
Aseguró que el incremento en el precio del huevo se debe a un aumento en el consumo por la temporada de cuaresma.
La producción es actualmente 6% superior a la que se tenía antes de la influenza aviar, dijo.
“De la producción que traíamos antes del fenómeno de la gripe aviar del 2012 a la producción de ahorita, tenemos una producción superior en 6%; esto nos indica con mucha claridad que se recuperó y crece”, sostuvo el funcionario.
En alerta
Cuestionado sobre un posible contagio de la influenza aviar que en estos momentos afecta a las granjas avícolas de Estados Unidos, el titular de la Seder indicó:
“El fenómeno de Estados Unidos nos tiene en alerta, lo monitoreamos conjuntamente con el Senasica, pero hasta este momento no tenemos ningún impacto. Simplemente los empresarios del sector avícola junto con el gobierno federal y del estado estamos en seguimiento permanente y estamos extremando medidas de control y haciendo más rigurosas las medidas de manejo de la parte de inocuidad”.
Tras indicar que Jalisco aporta una tercera parte del huevo que se produce en el país, Héctor Padilla refirió que el sector avícola es “estratégico” para el estado por el valor y empleos que genera.
“Del 2012 en adelante tenemos un proceso de reducción del riesgo de gripe aviar hasta llegar en el 2014 al control total de la gripe aviar y en el 2015 estamos analizando con el Senasica de la Sagarpa si entramos a la etapa de erradicación total”, puntualizó.
Héctor Padilla insistió en que de momento no se tiene “ninguna señal de alarma de tipo sanitario que pudiera propiciar un fenómeno especulativo en la parte de la comercialización”.
El Economista
