La próxima semana, un grupo de inversionistas japoneses visitará Guanajuato para buscar proveedores de miel de agave y colmena, así como hortalizas, frutas y carne de cerdo.
En el caso de la miel de agave, buscan empresas que produzcan inulina, que se procesa antes de la fermentación y se emplea para la fabricación de edulcorantes y saborizantes.
“(La inulina) tiene ciertas propiedades para la salud y no cambia en nada los sabores”, comentó Javier Usabiaga Arroyo, secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural de Guanajuato.
De acuerdo con la dependencia estatal, la empresa Inulina y Miel de Agave, ubicada en Capilla de Guadalupe, municipio de Tepatitlán, es la única que produce este producto en la región. La compañía fue creada por productores de Guanajuato y Jalisco.
Sin embargo, en la entidad se producen los agaves que son la materia prima para la fabricación de inulina (fibra) y jarabe orgánico para endulzar alimentos como sustitutos de azúcar.
La región productora de esta materia prima está conformada por cuatro municipios Pénjamo, Abasolo, San Francisco del Rincón y Purísima, comentó el funcionario.
Oportunidades potenciales
Otros alimentos en los que existe oportunidad de exportar son los cárnicos, las hortalizas (coliflor y brócoli) y los frutos (fresa y frambuesa), entre varios más, detalló el funcionario.
No obstante, advirtió que estos negocios potenciales son “oportunidades que deben ir acompañadas de una gran conciencia de calidad, pues el mercado japonés es el más exigente del mundo”.
“Yo creo que hay una gran oportunidad en los sectores cárnico, de hortalizas y frutas (…), pero las oportunidades tienen que ir acompañadas de una gran conciencia de calidad”, externó el titular de Desarrollo Agroalimentario y Rural, quien regreso hace unos días de participar en la Feria Foodex 2015 que se realiza en la nación asiática.
Reconoció que las exportaciones no representan grandes cantidades; por el contrario, las calificó de incipientes; sin embargo, destacó que los precios con los que se cotizan algunos productos son “exorbitantes, fuera de todo contexto”, lo cual recobra especial importancia.
Incluso, añadió, al mercado japonés, así como a la industria guanajuatense, habrá que darle un proceso de maduración para poder alcanzar los niveles de exportaciones deseados.
Japón importa alrededor de 65 billones de dólares en productos alimentarios desde naturales hasta procesados, dada su insuficiencia en la producción. En lo que sí registra una capacidad productiva amplia es en arroz y en cierto tipo de verduras.
El Economista
