Los precios de alimentos como el maíz amarillo, el trigo y la soya continuarán presionados en lo que resta del 2015, debido principalmente a una sobreoferta en el mercado internacional, coincidieron analistas.
En lo que va del año, los precios referenciales del maíz en la Bolsa de materias primas de Chicago han caído 12.9%, a 3.65 dólares por bushel.
Por su parte, los del trigo han bajado 11.6%, a 5.20 dólares, y los de la soya 9.57%, a 9.38 dólares el bushel, según datos de Reuters Eikon.
Antonio Ochoa, vicepresidente de la División Comercial para América Latina de la correduría RJ’ Obrien en Chicago, comentó que los precios están cayendo drásticamente como producto de las importantes cantidades de estos granos en el mercado.
En entrevista telefónica, explicó que las sobreoferta de estos commodities agrícolas es el resultado de satisfacer la demanda de los grandes fondos de inversión que mantuvieron los precios altos al especular con estos granos, incentivando un incremento en la producción de trigo, maíz y soya para cubrir sus exigencias, refiriéndose a esto, como una demanda no “natural”.
Pero como todo lo que empieza termina, este proceso dejó cantidades importantes en los inventarios una vez saciada la necesidad de los fondos, ya que el agricultor no siembra para un consumo presente, sino para uno futuro.
Bajo este contexto, el precio por bushel de maíz podría rondar, en promedio, 4 dólares al cierre del año.
Más rentable
Por su parte, los del trigo y la soya podrían llegar a 5.5 y 9.3 dólares por bushel respectivamente, según estimaciones de Juan Amaro, analista en Banco Base.
El especialista reveló que la soya podría verse presionada en lo que resta del año debido a un incremento en la producción en Estados Unidos, esto tras la migración de los productores a este cultivo, que ha mostrado mejores precios que el trigo y el maíz.
El lunes pasado, el Centro Nacional de Información de Granos y Aceites de China aseguró que importaría un récord de 77 millones de toneladas de la oleaginosa entre el 2015 y el 2016, un aumento de 5.5% respecto del año anterior. China importa más de 60% de la soya en el mundo.
Producción y consumo, al alza
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) estimó que la oferta mundial del maíz en este ciclo podría estar 12.41 millones de toneladas por arriba de lo registrado el año pasado, para llegar a 1,182.3 millones de toneladas.
Pronosticó que el consumo mundial aumentaría 12.98 millones, a 990.40 millones de toneladas, dejando así inventarios finales de 191.94 millones de toneladas.
Gracias al fenómeno climático, El Niño, lloverá más, con lo que las perspectivas climáticas para este cereal son positivas, ya que será benéfico para la producción de granos en Estados Unidos.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) prevé que la producción mundial de trigo alcance 729.5 millones de toneladas en el 2015.Esto se sumaría a los 189.4 millones de toneladas remanentes del año pasado, lo que resulta en una oferta de 918.9 toneladas, 2.5% más que en el ciclo 2013-2014.
De esta forma, la demanda del grano alcanzaría 711.7 millones de toneladas, para dejar existencias al final de este ciclo por 207.2 millones de toneladas de trigo. La FAO explicó en un análisis que la mejora de las condiciones atmosféricas también ha dado lugar a un incremento de las previsiones sobre las cosechas en China, India y Pakistán, donde se prevén unas cosechas cercanas a los niveles récord del año pasado.
Ochoa añadió que podría haber correcciones al alza en los precios, aunque nada significativo como para cambiar la tendencia a la baja de estos commodities.
Vislumbran panorama complicado en el mercado mexicano
El mercado mexicano de granos tiene dos variantes complicadas. Por un lado la producción a gran escala está limitada a ciertas zonas del país que ante desastres naturales se vuelve más vulnerable.
Por otra parte México es sumamente dependiente de los subsidios del gobierno, lo que resta competitividad al mercado, comentó Antonio Ochoa, vicepresidente de la división en América Latina de la correduría RJ O’Brien.
Explicó que muchos de los productores de granos en México no tienen capacidad para desarrollar un modelo de producción a gran escala.
Los pocos que logran hacerlo son de buena talla y ante la pérdida de sus cosechas golpean de manera proporcional con su producción al mercado.
Un ejemplo de esto son los productores en el Valle del Yaqui, al sur de Sonora, una de las mayores zonas productoras de trigo en el país, donde al decir de Ochoa, el clima “no les jugó bien”.
“La zona del Valle del Yaqui, en lugar de haber tenido capacidad excedentaria para poder exportar trigo duro cristalino por más de 1 millón 100,000 toneladas, apenas va a aportar 200 o 250,000 toneladas para la exportación, lo que les generará un quebranto y tendrán que solicitar algún subsidio”, explicó Ochoa.
Dijo que la alta dependencia de los agricultores a los subsidios del gobierno está enfocando sus esfuerzos al pago de los créditos contraídos para operar y no al desarrollo de un modelo de negocio que les permita crecer.
“El camino por recorrer es complicado. Ahora hay que ponernos en el ejemplo del Valle del Yaqui, con pérdidas, producto que no salió en toda su extensión y que encima de todo los precios se le están cayendo”, comentó el vicepresidente de la correduría
Añadió que ante tal panorama el gobierno incrementa los subsidio.
El Economista
