Comercialización ‘rústica’, causa de cada vez más cultivos desaprovechados

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Zitácuaro-Tacámbaro-Tocumbo, Michoacán.- Amarillo, como el oro, es el principal fruto del campo del Oriente de Michoacán. La región se ha convertido en potencia nacional en producción de guayaba; sin embargo, a pesar de la cantidad y calidad que se obtiene, esto todavía no se refleja en un desarrollo de las comunidades. Además, la exportación aún está en pañales.

El 46 por ciento de las guayabas que se cosechan en el país salen del Oriente michoacano. Sin embargo, el fruto aún se cultiva y se comercializa “de manera rústica”, acepta el titular del Sistema Producto Guayaba, Cornelio Díaz Gutiérrez.

Y así, la exportación del fruto se dificulta, porque no se cumple con las normas para enviar guayaba en cantidad a Estados Unidos, Canadá, China y Europa. La exportación es mínima y dependen de comercializadores estadounidenses que en ocasiones quedan mal con el pago.

Hace mucho que Michoacán rebasó a Aguascalientes y Zacatecas en la producción. Sin embargo, aún depende de fruticultores en estas entidades para poder irradiar la fruta y empaquetarla, para que pueda entrar a mercados internacionales.

Así inició

De manera silvestre, la guayaba ya se producía en los municipios de Tuxpan y Juárez, desde la década de los 60. Sin embargo, no era un producto rentable. En 1962, un agricultor de Zitácuaro trajo las primeras plantas de Calvillo, Aguascalientes, en donde este fruto generaba riqueza. Las sembró en tierras semicálidas de La Coyota.

Sin embargo, descuidó la huerta y no se logró. Una década después, en 1974, las retomó y logró las primeras cosechas exitosas. Cinco años después, productores de Juárez copiaron el esquema y trajeron plantas de Aguascalientes.

En 1981, Emilio Vázquez, quien se convertiría en el principal promotor de este cultivo, inició con sus huertas en Mesas de Enandio, en Zitácuaro. Dos años después cosechó y abrió mercado en la Central de Abastos de la Ciudad de México.

También en 1983, el cultivo se extendió en todo el municipio de Juárez, así como en Jungapeo, Susupuato, Tuzantla y Tuxpan. El boom de la guayaba comenzó en 1997, cuando las heladas del norte arruinaron los cultivos de Zacatecas y Aguascalientes, los principales productores de entonces.

En ese año ya había dos mil 500 hectáreas en el Oriente. En el 2000 subieron a ocho mil hectáreas de huertos. En la actualidad, cinco mil productores de la región dependen del cultivo de la guayaba.

Actualmente, existen 21 hectáreas de huertos, con una producción de 295 mil toneladas, cuyo valor económico se calcula en mil 305 millones de pesos, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

El problema, sin embargo, es el precio de la fruta. Sin exportación relevante, la guayaba invade los mercados nacionales y hace bajar el precio. En ocasiones, se obtiene un peso por kilo, que es menos del costo de producción.

Actualmente, 59 por ciento de los productores venden su fruta de forma directa en los mercados del centro del país: México, Toluca, Morelia, Querétaro y Puebla. Es un mercado saturado, pero no hay capacidad para llegar más allá.

Otro problema es la falta de certificación de la mayoría de los huertos, lo que impide obtener mejores precios y cierra la puerta de muchos mercados. Asimismo, pulverización de la superficie: La mayoría de los productores tiene entre dos y tres hectáreas y emplea a su familia para el cuidado, cosecha y comercialización.

El fruto depende del riego, pero sus sistemas sin antiguos. Las plagas principales son la mosca de la fruta y el pulgón.

Los retos son la organización, la tecnificación, la modernización y la construcción de cadenas de comercialización, a decir de Cornelio Díaz. Se requiere ser menos “rústicos” y copiar esquemas de éxito de otros productores del estado, como los freseros y los aguacateros.

Agregó que la propuesta es trabajar de manera conjunta y obtener el apoyo para construir plantas para el empaque y la irradiación del fruto, con lo que se cumplirían los requisitos fitosanitarios de cualquier país.

También se requiere una planta procesadora, porque hay naciones, como China y Japón, que piden guayaba sin semilla, sólo el casco, para usarla como materia prima para otros productos, señala el fruticultor Bulmaro Soto.

Cornelio indica que para lograr la meta de la comercialización internacional del fruto es necesaria la contratación de un promotor en Estados Unidos. Además, la inclusión de productores y empacadores de guayaba en el organismo cooperador con el Departamento de Agricultura de ese país.

Además, se planteó crear un encuentro de negocios, en el que se inviten a potenciales compradores, tanto nacionales como extranjeros, en el marco de lo que anteriormente era la Feria de la Guayaba.

Pese al atraso, los retos y los problemas, la guayaba aún es vista como el oro del campo del Oriente. En la medida en la que los productores se organicen y se modernicen, se logrará que este fruto amarillo se convierta en la punta de lanza de su desarrollo.

Riquezas sin explotar en el campo tacambarense

Productos agrícolas como el aguacate y la zarzamora, que son cultivados en el municipio de Tacámbaro, son comercializados tanto en el mercado nacional como en el extranjero, siendo Estados Unidos el principal receptor de ellos; en tanto la guayaba que se cultiva en poca cantidad únicamente está destinada al mercado regional y en ocasiones al nacional.

En el caso del aguacate existen más de doce mil hectáreas cultivadas en este municipio que se encuentran distribuidas en más de cuatro mil 500 huertos que involucran a más de tres mil productores. Desde hace diez años este producto tacambarense se envía al mercado estadounidense a través de la Asociación de Productores Exportadores de Aguacate del Estado de Michoacán (APEAM), luego decumplir con el requisito de estar libre de plagas como el barrenador de hueso.

En la última revisión que hizo el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA)se certificaron más de 300 hectáreas para nuevo ingreso al programa de exportación, las cuales se sumaron a 700 que ya estaban dentro y que fueron recertificadas. Es importante mencionar que para que estas huertas puedan ser incluidas dentro del citado programa deben estar libres de las plagas que están en los requisitos del país vecino.

La exportación de aguacate genera una importante derrama económica en la región, ya que los mismos productores aseguran que en el mercado nacional se obtienen menos ingresos comparado con el mercado extranjero, ya que se han dado casos de hasta 70 por ciento de diferencia en el precio.

Aunque no precisan una cantidad exacta sobre la variación de los ingresos por la venta de punta en el mercado nacional y en el mercado extranjero, algunos productores reconocen que exportar conviene más, por lo que durante todo el año incrementan acciones para evitar la presencia del barrenador de hueso que estaría excluyendo a Tacámbaro del programa exportación y de barrenador de rama que limita el ingreso a la huerta donde esté presente.

Es importante mencionar que el cultivo del aguacate es la principal actividad agrícola del municipio de Tacámbaro a pesar de que la mayoría de las huertas son de productores foráneos; sin embargo generan empleos que son parte del soporte de cientos de familias.

Productores aseguran que la principal problemática del mercado nacional es la importación de la fruta de otros países, lo que hace que el precio disminuya comparado con el que tienen en el mercado extranjero, por lo que dicen que es más conveniente estar dentro del programa de exportación.

Más allá del oro verde

Además del aguacate, en este municipio también se cultiva en menor proporción la zarzamora, la cual en los recientes diez años ha tomado mayor auge, logrando en este tiempo que algunas empresas empacadoras hayan firmado convenios con compradores estadounidenses para la exportación de la frutilla.

En promedio existen unas 600 hectáreas cultivadas de zarzamora en el municipio, cuya producción mayoritaria es destinada al mercado nacional y poca al internacional, principalmente a Estados Unidos, aunque se ha abierto la posibilidad de que ésta sea enviada al mercado asiático, pero aún no se han concretado los acuerdos correspondientes.

En estos dos cultivos los productores también han tenido que cumplir requisitos fitosanitarios que son marcados por los mercados extranjeros, que en el caso de la zarzamora ha hecho que sea sustituida la variedad Brazos por la Tupy logrando con ello mejor posicionamiento de la fruta y por consiguiente mayores ingresos.

En Tacámbaro en menor proporción se cultiva la guayaba, la cual está dirigida principalmente al mercado regional y nacional. Por cortos periodos de tiempo se ha comercializado al estado de Zacatecas y Querétaro, sin embargo estos compromisos han sido poco duraderos.

Disminuirá la zafra ante aumento de cultivos de berries

Desde hace varias décadas la producción de caña de azúcar y su molienda en el Ingenio de Santa Clara, que se ubica en el municipio de Tocumbo, es sinónimo de empleo para cientos de familias de la región del Valle Esmeralda y la Tierra Caliente. Otro detalle de la producción de este ingenio es que el azúcar contribuye para el mercado nacional y de esta manera no se comercializa el endulzante de otras naciones, generando una derrama económica de aproximadamente 500 millones de pesos para esta zona de Michoacán.

De acuerdo con entrevistas realizadas al gerente de Operación del Ingenio, Julio César Augusto, y a los dos representantes de los productores cañeros de la región de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), Enrique Toscano y Crescencio Álvarez, de la Confederación Nacional Campesina (CNC), comentaron la situación que viven los productores de azúcar.

Dijeron que pese al cierre del otro ingenio de la zona, el que solía llamarse San Sebastián, en el municipio de Los Reyes, los bajos precios que se han registrado en el mercado en el último lustro, la disminución en producción agrícola en la región por la presencia de otros cultivos como el aguacate y las berries, aseguraron que la siembra de la caña sigue siendo de gran beneficio y aparte una fuente de empleo para cientos de familias.

El representante del ingenio afirmó que cada zafra representa para la empresa una molienda de entre 70 y 78 mil toneladas de azúcar y la generación de 500 millones de pesos para la región, pero que este año, a consecuencia de las lluvias atípicas que se presentaron en el mes de abril, la industrialización del endulzante solamente les permitió llegar a las 66 mil toneladas, las cuales se quedarán para abastecer el mercado nacional coadyuvando con ello para evitar que se tenga que importar este producto de otros países.

Manifestó que la molienda de la zafra 2014-2015 benefició a más de cuatro mil familias de la región y de estados como Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Guerrero, lugares de donde se trae mano de obra para trabajar en las plantaciones de caña, ya que se utilizaron alrededor de 700 cortadores, al menos 270 transportistas y los más de 300 trabajadores que tiene la empresa en los tres turnos.

Mientras tanto, el líder cañero de la CNPR, Enrique Toscano Rodríguez, declaró que la producción en el Ingenio de Santa Clara podría ser de mayores dimensiones, pero que lamentablemente, el azúcar de México no se ha podido colocar de forma importante en el mercado extranjero como las autoridades quisieran, ya que el endulzante que exportan otros países tiene costos muy bajos y que así no se puede competir.

Por su parte, Crescencio Álvarez, de la CNC, indicó que los productores de la región se han visto muy afectados porque han llegado empresas del extranjero y nacionales que contratan grandes extensiones de tierra en Los Reyes, Tocumbo, Tingüindín, Cotija y Peribán para cambiar su uso en cultivos como la zarzamora y el aguacate, productos que tienen mayor auge y demanda en los mercados internacionales e indicó que para la zafra 2015-2016 se reducirá el corte de caña de siete mil 500 hectáreas a siete mil, porque 500 serán sembradas de berries.

Manifestó además, que los productores de la región han solicitado constantemente a las autoridades agrarias, tanto de la Federación como del Estado, su apoyo para el combate de plagas que afectan las plantaciones de caña, lo que les permitiría mejorar la calidad del azúcar que se industrializa y así poder exportar a cualquier parte del mundo, lamentablemente no han encontrado respuestas positivas en sus demandas y de ello tuvo conocimiento este medio, ya que en una reunión informativa que se realizó hace unos meses con Jaime Rodríguez, titular de la Sedru en Michoacán, se le solicitó su ayuda y pese a que en ese momento se hicieron las gestiones necesarias, hasta hoy no se ha hecho nada para apoyar a los productores en el combate de las plagas y se cree que así seguirán, pues la presente administración estatal concluye en pocos días.

Cambio Michoacán

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