El ganado que ingresa al Rastro Municipal para su sacrificio está libre de enfermedades, tal y como se constata en las exhaustivas revisiones que realiza tanto el médico veterinario, como personal de la Secretaría de Salud e incluso de Sagarpa, con lo que se garantiza la protección a la salud de la población consumidora de carne de res y cerdo.
En entrevista realizada al administrador del lugar, Alejandro Fuentes Tejeda, dio a conocer que la revisión de los documentos del ganado a la llegada del introductor, es un asunto primordial para brindar un buen servicio, además que las granjas de donde provienen los animales saben qué tipo de alimentos no deben proporcionarles para evitar cualquier conflicto.
Una vez que pasan el primer filtro y después del sacrificio vuelven a hacer una revisión para identificar que el hígado se encuentre en buenas condiciones, además que personal de la Secretaría de Salud realiza monitoreos sorpresa para verificar que el rastro está trabajando de manera correcta.
Por esta razón declaró que hasta la fecha se encuentran libres de clenbuterol y durante todo el año siguen con este ejercicio para evitar cualquier problemática, afortunadamente tienen la ventaja de que el animal que llega al matadero viene de granjas clasificadas libres.
La mayoría del ganado que se consume en esta región proviene de los estados de Zacatecas, Querétaro y Jalisco, sin que hasta el momento haya presentado algún inconveniente para el sacrificio.
Mencionó que esta supervisión se realiza por igual al cerdo como a la res, además que también acude personal de la Asociación Porcicultora de La Piedad para detectar que no se presenten enfermedades como de aujeszky, que afecta al sistema nervioso del animal y puede ser transmitida al consumirla, “la cual supuestamente esta erradicada, sin embargo siguen haciendo sus muestras”.
Dentro de las actividades que realiza el rastro hasta el momento se encuentra en las mejores condiciones, todo el proceso es aéreo lo que evita que la carne toque el piso, además que se siguen todos los procesos de higiene.
Actualmente mencionó durante el mes de junio ingresó un promedio de 624 reses y cerdos 2 mil 870, los cuales estuvieron totalmente sanos y sin complicaciones para el consumo humano, por lo que las revisiones siguen siendo exhaustivas con la presencia de un médico veterinario que laboró en la Secretaría de Salud y conoce la normativa, además de las visitas continuas por parte de las instituciones correspondientes.
Una vez que se detecta un animal que no está en las correctas condiciones es decomisado y el cual se incinera “no se incinera completamente aquí, se le pone diésel y se prende en ese momento la carne ya no puede sustraída por el mismo dueño o los trabajadores, posteriormente se sube al contenedor y se lleva al relleno sanitario junto con los desperdicios que se generan diario”.
Finalmente Fuentes Tejeda, afirmó que animal que es identificado como enfermo no sale al mercado, por lo que está garantizado el consumo de este producto.
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