Se necesita juntar a unos 200 agricultores que tienen una hectárea, organizar, acordar, trabajar para obtener la misma calidad, homogeneidad en cosecha, calidad, volumen.
Se complica, por lo regular todo lo que se produce de plátano macho en Tabasco es para el mercado regional, aquí se consume, casi no alcanza para mandar a mercados de abasto de Puebla, Guadalajara y México.
A veces mandan a Cancún, Ciudad del Carmen, cuando mucho, y Mérida poco. Y el plátano que se encuentra en Cancún y Playa del Carmen, es un plátano que no tiene la misma calidad que el que se consume aquí, pues como se mueve a distancia, se mete a maduradoras, se madura a la fuerza y el sabor que tiene es completamente diferente al sabor tradicional del que se consume del plátano macho.
El jefe del Programa de Sanidad Vegetal de Sagarpa y Maestro en Ciencias, Rigoberto Núñez, sostiene que existe potencial para duplicar la superficie de plátano en Tabasco, “desafortunadamente el esquema de la tenencia de la tierra que se tiene, capital y falta de organización para la exportación o para el abasto nacional” es el obstáculo.
Si los agricultores de otras zonas estuvieran organizados, agrupados en una marca para poder competir y vender al precio que quisieran, lograrían tener éxito con este cultivo, como lo tienen en la región de La Sierra.
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