Se secan las milpas en Oaxaca

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LA CIÉNEGA ZIMATLÁN, OAX.- La canícula repercute severamente en este pueblo dedicado completamente a las actividades agrícolas, porque prácticamente secó las milpas ante el ascenso drástico de la temperatura y la falta de lluvias.

Cuando brota de la tierra, el maíz requiere solamente a veces de la humedad, pero en la fase de crecimiento necesita suficiente agua y como la mayor parte de la superficie es de temporal, los daños son severos.

GRANDES PÉRDIDAS

Agua hay en los mantos freáticos para enfrentar el cambio climático, pero la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no autoriza la perforación de ningún pozo.

El síndico municipal, Pablo Ojeda Sumano, también dedicado al campo, dijo que las pérdidas por la canícula alcanzan al menos 700 u 800 de las dos mil hectáreas sembradas de maíz.

“Esa es la superficie calculada, pero puede ser hasta más”, señaló.

Expuso que la afectación resulta grave para el pueblo porque es más del 50 por ciento de la superficie cultivable.

“Es mucho el daño por el calor y la falta de lluvias”, asentó.

CRISIS ALIMENTARIA

De esta manera, subrayó que la escasez de maíz provocará una crisis alimentaria y económica porque los campesinos subsisten del cultivo.

“No va a haber ni maíz ni dinero”, remarcó.

Además, observó que la milpa no servirá incluso como pastura para el ganado.

“No sirve ni para eso; está pegada al suelo”, indicó.

Inclusive, mencionó que la pérdida en el campo podría hasta generar una nueva migración de poblados a los Estados Unidos o al norte del país.

“No se descarta; es que no hay cómo sobrevivir”, apuntó.

ESPERAN SEGURO CATASTRÓFICO

Frente a esto, dijo que los campesinos esperan el auxilio de las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura (Sedapa) y otorguen por lo menos el seguro catastrófico, para reponer algo de la pérdida.

“Ya no se puede sembrar otra vez porque ya vienen las lluvias de septiembre”, añadió.

“Este ha sido el peor de los últimos cinco años; ha sido el más seco, no ha venido nada de agua. Sembré cuatro hectáreas y ya debería haber jilotes o elotes, pero nada por la falta de agua. La milpa no creció y se secó porque ha habido mucho calor; el cielo está despejado y no parece que vendrán las lluvias. Es una tristeza ver la situación del campo; tenemos agua, la solución sería un pozo, pero la Conagua ha restringido la perforación y si se hace, vienen unas multas muy elevadas. La pérdida es grande para nosotros porque el maíz es nuestra vida; todo lo que sembramos, lo comemos. No servirá ni de forraje para los animales, las matas apenas tienen 40 o 50 centímetros; el sol las está secando y el aire las tira. Ahora que no haya maíz, habrá que comprar, pero no sé cómo le haremos porque tampoco habrá dinero. Si pido un préstamo, después no tendrá forma de cómo pagar y al rato hasta voy a tener que vender la tierra. Voy a tener que ir buscando otra cosa”.

Jorge Castellanos Galván

campesino

“Sembré dos hectáreas de maíz, pero no dio nada, todo fue pérdida total por la falta de agua y el calor. La pérdida es grande para nosotros los campesinos porque muchos estamos atenidos a esto. Y ahora no habrá nada; en lugar de ganar estamos perdiendo. Tengo siembras del 24 de junio y del 16 de julio; las primeras dieron un jilote muy chico y la mayoría ya se secaron. Las otras, las matas están medianas y no creo que aguanten; el sol las está secando. Voy a cortarlas, aunque a lo mejor no servirá ni para los animales. Como no hubo nada, habrá que comprar maíz, no hay de otra, porque la familia tiene que comer. El kilo sale a seis pesos, pero desafortunadamente como campesinos y más con esta pérdida, pues no tenemos dinero. Voy a tener que conseguir trabajo de chofer o de lo que sea”.

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