SAN SEBASTIAN COATLÁN, Miahuatlán de Porfirio Díaz.- De las flores de la montaña sale el líquido ambarino que conquista paladares de países europeos.
La actividad apícola se convierte en una oportunidad de trabajo e ingresos para mejorar la economía del poblado, flagelado por la migración y marginación.
SE CAPACITAN PARA MEJORAR
Por la demanda de la miel, las y los productores desearon mejorar la producción y demandaron al extensionista agropecuario una capacitación para seguir compitiendo con el mejor producto.
Enclavado en la Sierra Sur, zona altamente montañosa, a 145 kilómetros de la ciudad capital, y a 1980 metros sobre el nivel del mar, este territorio permite el crecimiento de las flores: “Llegazeta”, “Acahual”, “Mameyito”, “Aguacatillo”, “Mulato”, incluyendo las de los cafetales, naranjales, platanares, entre otras, ofrecen sus mieles para las abejas obreras.
Un grupo de 30 productores, bajo la organización de don Benito Loaeza Carrasco, recibieron nueva capacitación en el campo. “Antes sabíamos poco del gran trabajo que hacen las abejas en la polinización, por eso las estamos cuidando. Nos organizamos y pedimos capacitación para obtener la miel de alta calidad”, cuenta don Benito.
PROYECTO IMPORTANTE
–¿Descubrieron otra alternativa?
–Es una actividad que nos ayuda mucho a tener ingresos. Muchos jóvenes migraron a otras ciudades, incluyendo a los Estados Unidos de Norteamérica; entonces creemos que es un trabajo con futuro, lo vemos como proyecto importante. Estamos pensando en producir abejas reinas para vender a otras partes. También deseamos aprender a procesar el polen y la jalea real. Queremos innovar con asesoría técnica- responde el apicultor.
Otro apicultor es Pedro Loaeza, quien facilitó sus colmenas ubicadas en el paraje “El Gavilán” para la práctica en la obtención de polen.
“Empecé el cuidado de las abejas cuando me enfermé y no podía trabajar en actividades pesadas del campo. Mis primeras colmenas fueron tres, hoy tengo 75 y hay producción de miel. El problema es venderla y piden factura, por eso pedimos asesoría. La miel la vienen a comprar desde Guadalajara”.
BUENAS PRÁCTICAS
Néstor Manuel Bautista Zavaleta es un joven capacitador en las buenas prácticas de producción. En el paraje “El Guayabo”, donde se ubica otro apiario, explica que forma parte del Componente de Extensionismo e Innovación Productiva, el cual culmina el 31 de marzo del 2016, “para capacitar a 30 productores, de ellos 26 hombres y cuatro mujeres, incluyendo a tres adultos mayores y una persona con capacidades diferentes. Ya avanzamos con dos escuelas de campo, seguimos con sanidad y la reproducción para la cría de abejas reinas”.
En el corredor del palacio municipal, atestiguando el presidente municipal, Damián Osorio Hernández; del Comisariado de Bienes Comunales, Abel Jiménez García, el ingeniero agradeció la confianza y disposición de los productores para aprender a sacar las copaceldas y hacer el traslarve.
A kilómetros de distancia, se ve el hervidero de las abejas en apenas 800 colmenas, donde anualmente se cosechan 22 toneladas del dulce néctar.
El zumbido que provocan, invoca que son insectos de trabajo y respeto.
La roya “es compadre”
San Sebastián Coatlán es uno de los municipios productores de café, con una larga historia en el mercado por un precio justo.
Nicomedes Rojas es un productor que no se rinde ante los altibajos del precio del aromático. Desde hace un par de años encabeza una organización para producir café sin el uso de fertilizantes químicos.
Son 160 productores agrupados en “Caminos a las Alturas”. Los quintales cosechados llevan el sello de café orgánico.
El hombre evoca: “Hubo tiempo que abusamos de los químicos. En aquellos años llegó al pueblo Inmecafé y la recomendación era producir y producir utilizando muchos fertilizantes químicos. También aplicamos herbicidas, pesticidas, esos pinches líquidos eran fuertes y apestaba como a perro muerto. Cuando aplicábamos los líquidos para matar el monte, tan pronto acabamos cámbiate y pélate. Estaba cabrón.
“Desde aquellos años ya existía la enfermedad de ‘La Roya’, ‘El Ojo de Gallo’. Éramos compadres o comadres de ‘La Roya’ y eso pasa por malas prácticas, porque dejas tu cafetal a pleno sol, por eso debemos aprender a podar bien, el chapone, desombre. Hay gente que deja abandonados sus cafetales.
El hombre de 72 años asegura que la introducción de otras variedades de plantas aceleró las enfermedades, “con cafetales criollos teníamos menos problemas, los nuevos son cobardes”.
El café de los Coatlanes tiene fama, “se va a Suiza, Alemania, es nuestro orgullo”.
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