De acuerdo a un convenio, cada agricultor debe destinar en promedio 3 mil pesos para asegurar sus cosechas de cuestiones climatológicas.
Héctor García Ugalde, director de Desarrollo Agropecuario en la regional SJR, dio a conocer que durante esta temporada invernal en los municipios de San Juan del Río, Pedro Escobedo y El Marqués se cultivan cinco mil hectáreas principalmente de cebada.
“Son cultivos de invierno, por cuestión de heladas no tendrían problema, necesitaría ser un acontecimiento muy fuerte, a la mejor nieve, para pensar en una cuestión crítica de riesgo”, dijo.
Sin embargo, el funcionario puntualizó que en el caso de los productores, de acuerdo a un convenio con la impulsora que les comprará el producto, están obligados a comprar un seguro; lo cual implica que cada agricultor debe destinar en promedio 3 mil pesos para asegurar sus cosechas de cuestiones climatológicas.
“Son alrededor de 4 mil 500 pesos el precio de salida que tienen ahí pactado por tonelada (de cebada), (…) varía de acuerdo a la calidad y de las condiciones climáticas, si tuvieron agua para regarlo, pero en promedio anda en las cinco y seis toneladas por hectárea”, señaló.
El director de Desarrollo Agrario en la región informó que se trata de un aproximado de mil 300 productores; agregó que San Juan, Pedro Escobedo, El Marqués y una parte de Colón cuentan con instalaciones de agricultura protegida.
Sistema de riego
García Ugalde reconoció que son muy pocos los productores que cuentan con el recurso de agua por sistema de riego para sacar sus cultivos adelante, lo que representa un aproximado de 7 por ciento del total de hectáreas cultivables de la región sur del estado.
“Realmente es muy poco los que cuentan con sistema de riego, la mayor cantidad es de agua rodada o por canales y en el mejor de los casos tienen tuberías que llegan a las parcelas, pero es mínimo los avances que se tienen en este tema”, aseguró.
En San Juan del Río de un promedio de 40 mil hectáreas, el 20 por ciento cuenta con sistema de riego a diferencia de municipios como Amealco de Bonfil donde 90 por ciento de sus campos de cultivos dependen del temporal de lluvias.
