Promueven alternativa de cultivo en Tijuana

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Hace unos seis años Rancho Bajamosal transitó hacia la producción orgánica, además de cítricos, hierbas de olor y hortalizas, busca ser el primer rancho escuela de Tijuana para reproducir técnicas alternativas de cultivo.

Ubicado en Camino del Rancho, entre las colonias populares Granjas Familiares y El Jibarito, Rancho Bajamosal es un negocio familia que por cuatro generaciones ha trabajado la tierra.

“La transición la hizo mi papá por una cuestión ambiental, por ofrecer un producto sano con muchos nutrientes”, dijo Adriana Whizar Toscano.

Composta, fertilizantes e insecticidas, todo se hace en el rancho con productos naturales y a la más pura usanza tradicional, dijo.

Los fertilizantes, básicamente son caldos fermentados, indicó, que incluyen proteínas, cenizas, suero, excremento de vaca, melaza y a veces azufre.

“Es mucho trabajo y somos muy pocas manos, cuando se puede se produce aquí, si no se puede producir se adquiere fuera. Lo que buscamos es que sea un proyecto sustentable y todo lo que se necesite se esté produciendo aquí”, explicó.

En el área grande donde se produce el cultivo comercial se generan hortalizas de temporada, en invierno, explicó, es hoja verde como lechugas de diversos tipos además de betabel, zanahoria, todas las familias de la col como repollo, brócoli y col rizada.

En la primavera en cambio hay tomate, calabaza, frijol, chícharo, alfalfa, avena, pepino, berenjena, pimientos y chiles.

“Mi papá se especializó en hierbas aromáticas desde hace ya varias décadas entonces hay orégano, mejorana, tomillo, romero, lavanda, verbena limón, albahaca, hoja santa, hierba buena, diferentes variedades de menta y salvia”, adelantó.

“La idea es que sea un rancho escuela donde se den talleres de diversas enotecnias, construcción natural, cultivo, proceso de fertilizantes y pesticidas, todo lo que se pueda compartir”, agregó.

Ser productor orgánico, admitió, no es sencillo, el precio de los productos se eleva al contener productos artesanales además de mayor mano de obra.

Bajamosal vende a algunas distribuidoras, restaurantes y tiendas, además de trabajar con cooperativas como Cultiva Ya.

“Trabajamos también con otros productores en el Valle de Guadalupe y Maneadero cuando nosotros no tenemos suficiente producto o estamos en cambio temporal. También se busca crear redes, lazos”, explicó.


Campo y antropología

Parte del proyecto incluye la producción de canastas de productos orgánicos, en colaboración con otros productores locales y cooperativas como Cultiva Ya, difundidos a través de redes sociales, dijo.

Una vez al año se hace un convivio en el que hay actividades artísticas, talleres y convivencia entre productores y consumidores.

“La idea es que entre los mismos clientes se conozcan y conozcan a los productores, que sepan de dónde viene su alimento”, dijo Adriana quien hace dos años y medio llegó de Xalapa, Veracruz donde estudió Antropología Social.

Allá, recordó, lideraba una organización civil cuyos voluntarios daban desde talleres de floristería, o producción de mermeladas hasta talleres de defensa personal o prevención de violencia doméstica.

A largo plazo, apuntó, el propósito es enlazar el rancho con la comunidad que vive alrededor a través de talleres, huertos comunitarios y escolares.

“Que el proyecto de las canastas tenga un sentido social. Me gustaría no estar sacando yo las canastas aquí sino que se saque de la producción que están teniendo las amas de casa”, abundó.

Informes…
Para obtener mayores informes se puede visitar la página de Facebook buscando Huerto Bajamosal o Adriana Whizar.

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