Zacatecas.- Con la llegada de los jornaleros agrícolas a las comunidades, llegan cientos de niños quienes permanecen en riesgo durante los períodos de trabajo, pues salen a laborar con sus padres.
El año pasado, un menor falleció atropellado en un campo agrícola en el municipio Enrique Estrada, la familia de jornaleros a la que pertenecía vivía en Río Florido.
José Francisco Escobedo Mendoza, delegado de la comunidad, explicó que con cada familia de jornaleros, llegan en promedio cuatro o cinco niños quienes se involucran en el trabajo de sus padres.
Estimó que llegan entre 500 y 700 familias a Río Florido cada año y permanecen por más de cuatro meses en la localidad.
El año pasado, personal de la delegación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social intentó regular la presencia de los niños en los campos, pero no tuvo éxito.
Escobedo Mendoza aseguró que mientras las autoridades no instalen infraestructura para atender a los niños, no habrá condiciones para que se regularice esta situación en la localidad.
Además de que los padres de familia buscan incrementar los ingresos con la participación de sus hijos en la pizca, pues cuando menos los niños cargan los botes vacíos y facilitan la movilidad de las cosechas.
El delegado aseguró que los niños desde los 3 o 4 años ya están trabajando con sus padres y ayudan a llenar más botes de tomatillo en esta temporada.
Explicó que las autoridades buscan que se realice en Zacatecas un modelo similar al que se utiliza en Sinaloa, pero insistió que de no tener infraestructura y coordinación entre las instancias, no ocurrirá.
Al igual que en el caso de las habitaciones para su estancia, ya que los jornaleros siguen hospedándose en bodegas grandes en las que pernoctan hasta 150 o 180 personas.
El delegado dijo que los trabajadores instalan plásticos en las paredes para hacer divisiones entre las familias.
Zacatecas en Imagen
