TIZIMIN, Yucatán.- Las primeras cosechas de maíz nuevo están a punto de lograrse, si las condiciones climáticas no se tornan adversas en las próximas tres semanas ya deben secarse para la siega.
A lo que le temen los campesinos es a los animales del campo que hacen su festín con los elotes que están granando, este año habrá alimento seguro para las familias campesinas que depositaron su confianza, tanto en las condiciones atmosféricas como en la semilla que les entregó el Gobernador Rolando Zapata Bello.
Los labriegos se preparan para la siembra de frijol en los tallos de los elotes que están a punto de doblar para que éstas se sequen y no sean devorados por las aves, el tejón y el mapache.
Flaviano Caamal Puerto es un gran conocer del tiempo, desde antes de la siembra había predicho que las condiciones climáticas serían propicias para la siembra no sólo de maíz sino de todo tipo de cultivos debido a que la lluvia cayó en tiempo y forma “es un buen año, hay años que no son buenos para la siembra pero en esta ocasión se lograron muy buenas mazorcas”.
Don Flaviano platicó que los tiempos han cambiado mucho y hay que conocer en qué año es bueno para la siembra, por muchos años los campesinos habían perdido sus cosechas, los pocos que lo lograban en otras regiones eran devoradas por los animales, ahora los labriegos se tendrán que enfrentar a estos animales y aves que se comen el maíz.
Este año fue muy buena más aun con la variedad de maíz “sac beh” que entregó el gobierno del Estado que en poco más de una semana ya debe haber elote para comer.
Ranulfo López prevé ya la primera cosecha para el agradecimiento del logro de maíz, para ello se realizará el atole nuevo, el elote sancochado o en pib y los tradicionales iswajes, en su milpa el elote ha granado de forma pareja.
Don Pablo Hau también es otro de los campesinos que está a punto de lograr el fruto del esfuerzo de su trabajo, la variedad de maíz antes descrita será cosechada en los próximos días y mostró las enormes mazorcas del elote que cultivó.
Estos campesinos confiaron en el buen clima pero sobre todo depositaron todo su confianza en las semillas que les entregó el gobierno del Estado a través del Comisario ejidal, también hay labriegos que no creyeron porque por varios años han perdido las cosechas y quedaron indecisos en hacer sus milpas.
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