Guerrero.- Agricultores de comunidades de la parte media y alta de la sierra de Atoyac impulsan el cultivo de la malanga. Un tubérculo con propiedades alimenticias y medicinales que llegó de Sudamérica, con el propósito de que su siembra se traduzca en fuentes de trabajo para la población y un cultivo alternativo para los que trabajan el campo en ese municipio.
De acuerdo a Claudio Abraham Juárez, miembro del Consejo Agropecuario de Fomento Ecológico Rio Cristalino de Atoyac, el cultivo se siembra desde hace 15 años en comunidades de la parte media y alta de la sierra, como La Soledad, San Vicente de Jesús, Agua Fría y actualmente ha comenzado a sembrarse, en baja escala, en Santo Domingo, Mexcaltepec, Rio del Bálsamo, Pie de la Cuesta, San Vicente de Benítez, Rio Santiago y en Corral Falso.
El propósito de impulsar el cultivo de la malanga, expuso, es que la gente lo cultive en sus localidades y posteriormente lo comercialice, lo que vendrá a generar nuevas fuentes de empleo, lo que hará que mejoren las condiciones de vida de la gente, ya que se trata de un producto que tiene buena demanda en el mercado por la gran variedad de formas que tiene para comerlo.
Este camote puede prepararse en atole, al natural hervido, en conserva con miel o piloncillo o frito en rebanadas como si fueran papas fritas, explicó el agricultor, en entrevista, mientras ofrecían el producto, hecho de varias formas, a la gente que pasaba por el Zócalo de Atoyac.
Sostuvo que la raíz de malanga se constituye como un tubérculo lleno de beneficios nutricionales, con cualidades curativas y preventivas de enfermedades como el reflujo gastroesofágico; ayuda a disminuir el colesterol, y, por ser rico en fibra dietética, ayuda a regular el tránsito intestinal y actúa como tratamiento para el estreñimiento.
La Jornada
