Sólo la naturaleza y nadie más que ella puede ofrecer al hombre un alimento como la miel.
Este endulzante que se obtiene de las colmenas de abejas, tiene una variante que aporta garantía de inocuidad es la miel orgánica, la cual se produce a partir del polen y néctar de flores que no están expuestas a tratamientos químicos, con la utilización de técnicas especiales y procesos de certificación indispensables para garantizar su calidad.
La obtención de este producto orgánico comienza desde la fabricación de las colmenas con productos naturales en apiarios certificados, y el tratamiento sanitario de éstas; hasta la extracción y envasado del endulzante, sin usar saborizantes, colorantes y edulcorantes artificiales.
El consumo de miel aporta muchos beneficios a la salud, y este alimento se ha usado durante siglos contra diversos males: resfriados, fiebre, fatiga muscular, estreñimiento, náuseas, enfermedades cardíacas, dolores de garganta, inflamaciones, heridas y quemaduras, entre otros.
La importancia económica a escala nacional e internacional de la miel orgánica radica en su inocuidad y México registra una producción promedio anual de cuatro mil toneladas, siendo el estado de Yucatán el primer productor de este alimento el cual se envía, casi en su totalidad, a los mercados de la Unión Europea.
