Las bajas temperaturas que se han registrado en últimas fechas en Coahuila han derivado en la muerte de ganado en los municipios Ramos Arizpe y Arteaga. Además, el 50 por ciento de los cultivos de melón y calabazas que se cosechan en la entidad resultaron con pérdidas, según Armando Mata Valdez, presidente del Comité Estatal Dorados de Villa.
Sólo en el ejido Paredón se reportaron 10 muertes de ganado mayor y otras más de ganado menor por el intenso frío, pues en las últimas semanas se han registrado vientos que rebasan los 70 kilómetros por hora en la Región Sureste de Coahuila.
“Con las bajas temperaturas el ganado se enferma de los bronquios. Aunque existen vacunas, no tienen ninguna asistencia médica por parte de Sagarpa, no han ido a revisar. Se están muriendo los animales porque hay pulmonía fulminante”.
El mal del que habla el representante de los agricultores es también conocido como fiebre carbonosa, una enfermedad contagiosa caracterizada por la muerte brusca del ganado. El periodo de incubación de la bacteria es de tres a siete días, aunque puede variar de horas a 14 o más días.
“Cuando están infectados los animales, aunque los inyecten, se mueren y no pueden salvarse. Necesitan una vacunación del sector social que sea gratis, oportuna y eficaz”, dice Mata Valdez.
El frío no sólo ha dejado afectaciones económicas en la ganadería, también ha dejado estragos en los cultivos de la región como la pérdida del 50 por ciento de los cultivos de melón y calabazas que apenas estaban en proceso de germinación.
“Vamos a ver si (Seder y Sagarpa) nos pueden apoyar con semillas nuevamente, porque los sembradíos de melón y calabaza fueron siniestrados al 50 por ciento. Se perdió el 25 por ciento de las cosechas Parras”.
Las consecuencias, además de pérdidas económicas, es el atraso de la cosecha por el frío de acuerdo con estimaciones de Mata, pues si antes comenzaban a producir en abril ahora por el frío producirán en mayo o junio, pues son inusuales las heladas tan severas.
Tras las nevadas registradas este miércoles en Parras de la Fuente, Arteaga, Saltillo y algunas partes de Ramos Arizpe, aún no tienen contabilizadas las pérdidas.
Vanguardia
