Más que las sequías o el exceso de agua, lo que realmente ha afectado seriamente al campo colimense, han sido los cambios climáticos, informó el delegado de Sagarpa, Carlos Salazar preciado.
“Más que el niño o la niña, lo que más nos ha venido afectado han sido los cambios climáticos, cuando ahora ya no sabemos cuando es la temporada de lluvias, cuando es la temporada de secas”.
Ante información que emitió la Comisión Nacional del Agua respecto a la escasez de precipitaciones durante el temporal de lluvias, dijo que esta situación afectará principalmente al cultivo de caña, mientras que a los cultivos temporaleros como el arroz y maíz, espera que con las pocas lluvias que pudieran generarse en próximas fechas, logren salvar la cosecha.
“Siempre en estas semanas de ferias siempre esperamos las últimas precipitaciones y yo en lo particular tengo confianza de que con esas últimas lluvias saldrán sin problema los cultivos temporaleros, y efectivamente el problema del cultivo de la caña si la vaya a hacer falta lluvia y la producción la vaya a mermar”.
Expuso que anteriormente consideraban los meses de enero y febrero “Las cabañuelas” que son las lluvias que se dan a principios del año y que son las que les otorgaban la humedad que se requería, sin embargo, debido a los cambios climáticos es difícil prevenir la situación que pudieran enfrentar.
