Matamoros, Tamaulipas.-
“Volvemos a lo mismo: en dónde están nuestros líderes de la CNC para que con firmeza defiendan los derechos de los ejidatarios ante tanto golpe que nos da el gobierno, como ahora con el diesel de por sí está caro y ahora con un nuevo aumento qué vamos a hacer?”, preguntó ayer Arturo Rodríguez.
Él mismo se contesta al decir que lo más seguro es que se acelere la venta de parcelas ejidales porque para un agricultor que siembra como máximo 8 hectáreas, le resultará incosteable seguirla trabajando y quienes ganarán serán los grandes terratenientes que siguen acaparando superficie agrícola.
Acepta que las condiciones económicas a nivel mundial son las que podrían estar ocasionando tantos aumentos en México, “pero de tener dirigentes que alzaran la voz a lo mejor se podría lograr que el gobierno federal los escuchara y hubiera más apoyos, pero todos están callados, nadie dice nada y por eso estamos como estamos”.
De por sí, agrega, “ya somos pocos los campesinos que seguimos trabajando nuestra parcela, lo hacemos con mucho esfuerzo y casi sin apoyos porque la mayor parte de la gente joven que vivía en las comunidades rurales han estado emigrando a las ciudades en busca de trabajo, pero ahora, al incrementarse más los costos de inversión, no me cabe la menor duda de que los ejidos se quedarán vacíos”.
Para Arturo Gutiérrez, el hecho de que los líderes cenecistas a nivel nacional mantengan la boca cerrada y no defiendan los intereses de los ejidatarios no es algo nuevo.
Siempre ha sido así, “porque sabemos que como los políticos, buscan los cargos para ver por ellos, para escalar posiciones o aprovecharse de sus puestos mientras nosotros estamos cada vez más jodidos”.
Asegura que mientras los representantes de los propietarios rurales sí se hacen escuchar a nivel nacional y logran algo para ellos, “a nosotros nadie nos defiende, pareciera que el interés del gobierno es apoyar a los acaparadores de tierra para que ellos se queden con todo”.
Ante esta situación, dijo que no hay una certeza de qué es lo que puede pasar el próximo año, “pero una cosa es cierta, el ejido está cada vez más cerca de desaparecer”.
El Mañana
