El gusano telarañero

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El gusano telarañero (Loxostege rantalis), pertenece al grupo de los Lepidópteros, de la familia Pyralidae.

“Es una plaga importante. Ataca varios cultivos pero con más énfasis al ajonjolí. Puede afectar al melón, pepino, berenjena, lechuga, cebolla, papa, calabaza, tomate, la soya, etc. Y malezas como el Chual Cenizo, el Estafiate, el Bledo, el Girasol”, indica Andrés Herrera Rodríguez, coordinador estatal de la campaña de manejo fitosanitario de hortalizas, ácaro rojo de las palmas y malezas reglamentadas del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Sinaloa (Cesavesin).

El problema es principalmente donde se siembra en temporal. Es una plaga ocasional, por temporada, que no siempre se presenta, depende de las condiciones ambientales. “Puede causar daños de hasta el 100 por ciento del cultivo si no es controlada. Su ciclo de vida se completa aproximadamente en 40 días. Aunque puede ser menos, dependiendo de las condiciones de humedad y temperatura”, manifiesta Andrés Herrera. Los daños que causan son directos, afectan al follaje y los puntos de crecimiento, afectando el desarrollo de las plantas y eso repercute lógicamente en el rendimiento.

Ciclo biológico

Pasa por cuatro estados biológicos:

1.- Huevecillo: Su fertilidad va de 30 a 300 huevecillos, con un máximo de 600. Los cuales son puestos en la parte inferior de la hoja, el envés; en brotes; y en el suelo. Son puestos individualmente o en grupos de dos, tres o hasta 20 huevos. Duran de 3-15 días.

2.- Larva (o gusano): Son las que ocasionan el daño. Son de un color gris verdoso con puntos negros, con franjas longitudinales de color verde olivo que corren a lo largo de su cuerpo. La cabeza es de color negro. Se alimentan de hojas y los puntos de crecimiento de la planta. Pasan el invierno dentro de capullos en el suelo después de terminar su alimentación en el ciclo del cultivo. Se comportan como defoliadores alimentándose vorazmente de la planta. Esta se protege de sus enemigos naturales con una cubierta de cera, formando una especie de capullo o telaraña característico de su presencia en las plantas. Esto les permite protegerse también de las aplicaciones de insecticidas para su control. Por lo que las aplicaciones deben ser con bastante agua y presión para que el producto tenga contacto con la larva.

3.- Pupa: La larva madura se convierte en pupa forrada de un capullo de cera en el suelo, por lo general, bajo los escombros o residuos de las plantas y cerca de la superficie del suelo. La pupa es un estado de reposo que dura de 5-13 días dependiendo de las condiciones. Son obtectas, de color amarillento a marrón oscuro.

4.- Adulto: De la pupa emerge la palomilla, que es el adulto. Son de color gris con manchas oscuras en las alas. En los adultos existe el dimorfismo sexual. Los machos son de menor tamaño que las hembras, tienen en abdomen más delgado y largo que las hembras. Las antenas de los machos son aserradas mientras de que las antenas de las hembras son filiformes (un solo filo).

Medidas preventivas:

– Sembrar en las fechas adecuadas.

– Proporcionar a la planta una adecuada nutrición, en tiempo y forma. Que esté balanceada (NPK, Nitrógeno, Fósforo y Potasio).

– Que el cultivo esté libre de malezas los primeros 45 días. Y evitar malezas 100 metros alrededor del cultivo.

– Evitar los hospederos alternantes: bledos, chuales.

– Inspeccionar la siembra mínimo de 2 veces por semana.

– Aplicar insecticida cuando se observe un 10 por ciento de plantas infestadas.

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