Huetamo, Michoacán.- Este fin de semana, en una entrevista con Salvador Gómez, encargado de la bodega de granos Dipasa, ubicada a la salida de Zirándaro, informó que ellos trabajan para las tiendas Coripasa de Riva Palacio, en especial en lo relacionado a la semilla del maíz.
Salvador Gómez explica que este año la temporada ha empezado baja, y que a diferencia de otros años han logrado llenar la bodega hasta en tres ocasiones, pero que no es igual este 2017, dado que hay competencia directa entre compradores, en el caso del sorgo que van hasta Tziritzícuaro y allá mismo embarcan el producto en camiones.
En esta ocasión han centrado su atención en la compra del maíz, el que en este momento tiene un precio de cuatro pesos el kilo, el sorgo anda por los 3.10 pesos y el ajonjolí se cotiza en los 17 pesos en su comercialización iniciado el mes de noviembre.
“Son varios los problemas que aquejan al campo, en la actualidad es la falta de una buena temporada de lluvias, el problema de plagas, los altos costos de insumos”.
La empacadora
El proceso de limpieza y envasado que se realiza entre un grupo de trabajadores que alimentan una moderna maquinaria que en cuestión de minutos deja sin asperezas los granos de maíz y terminan envasados en bultos de 50 kilos para su comercialización.
Es una compañía exportadora privada de semillas conocida como Dipasa, establecida en esta ciudad en el año de 1979, desde su arranque libró una corta guerra de precios con los grandes comerciantes de granos de la región, de tal forma que en aquel año de 1979 los precios ofrecidos al productor casi se duplicaron en los seis meses que siguieron a la cosecha, pero la buena racha tuvo muy corta duración y un año más tarde las cotizaciones habían recobrado su bajo nivel anterior, después de que para el mes de abril de 1980 el precio alcanzara los 20 pesos, y para el mes de octubre descendería hasta los 12.5 pesos, señala un extracto del libro Una historia de vacas y golondrinas, del francés Erick Leonard.
El Cambio de Michocán
