Durango.- Más de 250 productores de frijol del municipio de Poanas aún no han recibido su pago del incentivo por el grano que llevaron a las bodegas durante el año 2016, dentro del esquema de comercialización, en lo correspondiente a la parte de los 50 centavos que debería aportar la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno del Estado (SAGDR).
En estos términos lo planteó el director de Desarrollo Rural del Ayuntamiento, René Urenda Urenda, tras precisar que el Gobierno Estatal debe cumplir con el referido pago antes de que se anuncie el nuevo esquema de comercialización que implementa la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a través de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca).
La Sagarpa, dijo, sí cumplió con su parte en el pago del incentivo, por lo que la SAGDR debe hacer lo mismo en los próximos días, pues de otra manera sería ilógico e incongruente que se anunciara y se pusiera en marcha un programa de comercialización si aún no se ha terminado de cerrar el anterior.
Por otra parte, conviene precisar que, recientemente, también varios productores de frijol del municipio de Cuencamé expresaron la misma queja sobre la falta de pago del incentivo por la calidad del grano entregado a las acopiadoras desde el ciclo agrícola primavera-verano.
En el mismo contexto, los campesinos manifestaron su inconformidad a la Redacción de El Siglo de Durango, al tiempo que demandaron que el Gobierno del Estado salde cuanto antes el pago pendiente sobre el estímulo que se les debería haber entregado desde hace poco más de un año.
Señalaron, además, que las condiciones económicas que enfrentan actualmente no son las mejores, por lo que necesitan ese dinero para solventar algunas deudas pendientes ya que el precio del frijol, en estos momentos, se ha desplomado un peso en el mes reciente, aunque esperan que durante este mes de enero recupere terreno y se pueda vender a un mejor precio, de tal forma que se pueda recuperar la inversión que hicieron en todo el proceso de producción.
Mientras el esquema de comercialización no se anuncie, insistieron, estarán a la deriva, dependiendo de lo que les ofrezcan los “coyotes” (intermediarios), por lo que aguardarán a que mejore el precio, hasta que llegue por lo menos a 13.00 pesos el kilogramo, pues actualmente se cotiza por debajo de ese rango en la mayoría de los municipios del estado de Durango.
El Siglo de Durango