Q. Roo.- Los productores de piña de la comunidad de Pedro A. Santos se sienten relegados de los apoyos que el gobierno destina para impulsar esa cuenca, porque no les llegan, ocasionando que se desplome un 30% la producción en la zona.
Manrique Rodríguez Ventura, secretario de la Confederación Nacional Campesina (CNC), consideró que la producción en la zona ha descendido un 30%, principalmente entre los pequeños productores que no cuentan con el capital suficiente para continuar su actividad, entre ellos se encuentran quienes ofrecen la fruta a orillas de la carretera federal, donde se observan abandonados un 50% de los puestos semifijos.
Luis Humberto Perea Pérez, presidente de la Unión de Cooperativas Productoras de Piña y Frutas Tropicales “Chujuk Kuxtal”, indicó que a finales del año pasado se entregaron 17 millones de pesos a ocho cooperativas y se excluyeron a aproximadamente 600 productores independientes de la zona.
Dijo que existe un proyecto de inversión de 50 millones de pesos para impulsar la zona piñera, de los cuales ya se entregó una primera parte y esperan que en las próximas semanas ministren 28 millones de pesos más, pero los recursos sólo benefician a unos cuantos.
Ana Guadalupe García, productora señaló que los pequeños productores no están siendo tomados en cuenta dentro el programa que implementó el gobierno estatal para impulsar esa zona piñera con recursos por el orden de los 50 millones.
Dijo desconocer a quien se destina dichos recursos, pero los que se dedican a esta actividad no reciben apoyo de ningún tipo, a pesar que requieren una inversión de 100 millones aproximadamente de pesos para cultivar una hectárea de la fruta.
Por sus propios medios tienen que cultivar y eso está ocasionando que los verdaderos productores desaparezcan, entre ellos, pioneros de esta actividad que hasta hace algunos años mantenía auge en esa localidad.
Indicó que la llamada cuenca piñera inició en esa localidad y su suegro fue uno de los pioneros en el cultivo de la fruta en la zona, pero con el paso de los años, la actividad se extendió a localidades como Ávila Camacho y Maya Balam.
Sipse
