Productores de mezcal, preocupados por EU

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Guadalajara, Jal. A diferencia del sector tequilero, a los productores de mezcal les preocupa el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la posibilidad de que Estados Unidos imponga un arancel a este destilado que anualmente exporta 2 millones de litros a la Unión Americana.

“Estamos a la expectativa, sin tener información o sin ofrecer la que tenemos a la Secretaría de Economía para que haga una buena negociación”, afirmó el representante no gubernamental del Sistema Producto Agave Mezcal y Sotol, Alfredo Conde de la Cruz.

Según Conde de la Cruz, hasta ahora los únicos que reciben información sobre las negociaciones son los miembros del Consejo Regulador del Mezcal, quienes, dijo, “si les pedimos información sobre el tema, nos la cobran”.

Si se impone un arancel alto a la bebida, ésta quedaría fuera de mercado, ya que tendrían que aumentar el precio del producto y ofrecerlo a un valor más elevado que otros países, advirtió.

Alfredo Conde indicó que en el país están registradas más de 6 millones de hectáreas que reúnen las condiciones físicas y climatológicas para este cultivo en los estados de Oaxaca, Puebla, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas y Durango.

CULTIVO FAVORABLE

A decir del representante, la rentabilidad del cultivo de agave en los estados que conforman el territorio protegido por la Denominación de Origen es “muy favorable”, debido a que los terrenos no requieren humedad ni sistemas de riego.

Refirió que el agave mezcalero se produce en climas semidesérticos, donde los cultivos de ciclo anual ofrecen bajos rendimientos.

“En estados como Zacatecas y San Luis Potosí, una gran cantidad de tierras se destinan al cultivo de maíz y frijol con muy baja productividad. Los rendimientos si acaso alcanzan los 200 kilogramos por hectárea”, explicó.

Alfredo Conde indicó que en todo el país hay 2,000 empresas mezcaleras, 80% de las cuales se ubican en Oaxaca y producen 3.8 millones de litros de la bebida.

“Si sembramos agaves para producir mezcal, es posible aprovechar la tierra, evitar la erosión y, al cabo de algunos años, tener el beneficio del aprovechamiento de esta noble especie que soporta altas y bajas temperaturas, periodos largos de sequía y que puede ser útil para pastoreo sin perjuicio de la planta que no es apetecida por el ganado”, concluyó.

El Economista

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