Benefician lluvias anticipadas al campo mexiquense

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Las lluvias registradas de forma anticipada a su ciclo normal, que es en mayo, beneficiaron al campo mexiquense, pues las tierras de cultivo captaron una importante cantidad de humedad hacia su interior, lo que servirá para el nuevo ciclo de siembra que está en curso.

Estas lluvias que comenzaron a presentarse prácticamente desde el primer bimestre de año ayudaron a los suelos en el trabajo realizado hasta finales del mes de diciembre pasado o inicios de enero de este año, cuando se removió la tierra, a eliminar la posibilidad de brotes de plagas que afectarían la siembra.

Las lluvias han sido excelentes para captar humedad y tener una siembra muy buena y aunque no son normales, sí son muy benéficas para captar humedad en los suelos preparados por los campesinos”, acentuó Víctor Manuel Ontiveros Alvarado, subdelegado agropecuario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en el Estado de México.

De esta forma, los especialistas vaticinan que el próximo ciclo agrícola será benéfico para las 520 mil hectáreas de maíz que se siembran en promedio en el Estado de México.

Por el momento, en la región norte, sobre unas 40 mil hectáreas aproximadamente, se implementó la técnica de “punta de riego”, que consiste en suministrar agua a los sembradíos de manera artificial.

Para este ciclo, en el Estado de México tenemos programadas cerca de 520 mil hectáreas de maíz, la mayoría son de temporal y estaremos atentos de que se registren las primeras lluvias de temporal a inicios del mes de mayo, cuando se inician todos los trabajos de siembra de maíz.

Las lluvias iniciales de mayo nos han dado una buena condición de ciclo agrícola por todos los beneficios que traen las lluvias tempranas, esperemos que se repita el mismo escenario como en años pasados”, enfatizó Ontiveros Alvarado.

El cultivo de maíz se concentra en los valles altos de Almoloya de Juárez, Toluca, Tenango del Valle, Temoaya, Atlacomulco, Ixtlahuaca, Jiquipilco, Jocotitlán, Acambay, Temascalcingo, San Felipe del Progreso y San José del Rincón.

La cosecha en su conjunto y durante el pasado ciclo de siembra fue de 2.2 millones de toneladas en el Estado de México, mientras que cada tonelada del alimento se ubicó en el mercado entre tres mil 600 y tres mil 800 pesos.

El más reciente censo agropecuario señala que hay alrededor de 320 mil productores mexiquenses.

Después del maíz, lo que más se cultiva en la entidad es la avena forrajera, que se da en zonas altas de los municipios como Coatepec Harinas, Almoloya de Juárez, Toluca, San José del Rincón, San Felipe del Progreso, Ixtlahuaca y Jocotitlán.

A la avena forrajera se suma la cebada-grano, la avena-grano, el triticale y la papa, de esta última, se siembran alrededor de seis mil hectáreas por ciclo.

Hoy Estado

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