Los programas de reconversión productiva en el campo duranguense no han tenido el impacto esperado debido a las costumbres y creencias de los agricultores, que se niegan a cambiar de cultivos, aseguró el director de Desarrollo Rural Municipal, Alfredo Santiesteban Escalante.
Las costumbres están bien arraigadas por los campesinos, los mercados son bien conocidos por la gente del campo, al igual que los tiempos, las fechas y temporadas de siembra. Todo lo tiene bien estipulado el productor.
En el medio rural la reconversión está marcada por los precios de la oferta y la demanda, si no hay productos con la suficiente demanda no habrá reconversión productiva.
“En la capital del estado se siembra por excelencia el maíz, frijol, avenas, granos que difícilmente serán cambiados por los agricultores”, reiteró.
“La gente siembra lo que conocen, basados en la economía que pueda tener el campo. Los gobiernos tienen los programas, pero es difícil que la gente cambie de un cultivo a otro por motivos como hacer descansar la tierra”, declaró.
El funcionario señaló que una reconversión para el campesino significa “empaparse” de lo nuevo que sembrará y modificar las fechas actividades, lo que es difícil que hagan.
Afortunadamente, dijo, con las lluvias se tienen buenas expectativas de siembra para el sector agropecuario.
Expectativa
Tras las lluvias, productores tienen buenas expectativas para la siembra; esperan programas de apoyo para semillas.
Cultivos
En el campo del municipio se siembra más el maíz, frijol y avenas, que difícilmente cambiarán los agricultores.
El Siglo de Durango
