El secretario general de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), Raúl Pérez Bedolla, cuestionó a las autoridades de la Secretaría de Agricultura, al asegurar que de ninguna manera se producirá el volumen deseado de maíz para disminuir las importaciones mexicanas de este grano.
Señaló que la entrega adelantada de recursos, a través de tarjetas bancarias a pequeños productores, no es garantía de que serán usados para sembrar el grano, como mencionan autoridades federales, además de que a los medianos agricultores de Sinaloa se les regateó el precio objetivo demandado.
De ahí que la importación de maíz será de 18 millones de toneladas para el 2019, según la estimación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés), cifra 6.6% mayor a la del año pasado.
También se espera que las exportaciones mexicanas de maíz se mantengan en un millón de toneladas en el mismo ciclo, debido a un mercado internacional con exceso de oferta y muy competitivo.
El dirigente opinó que esa situación mantendrá a México como el país número uno en las importaciones de maíz, a pesar de que este grano es originario de la República Mexicana con 64 razas.
“Hay una tremenda insensibilidad por parte del actual titular del Ejecutivo federal; del titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos, y de funcionarios de la Secretaría de Hacienda, al pretender desmantelar y mandar a la bancarrota a los productores que son la base productiva del país”.
Para Pérez Bedolla, los agricultores están preocupados por la producción de granos básicos y los productos estratégicos que marca la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, pues se está violando la legislación por parte del secretario de Agricultura, quien no considera a los comités ni organizaciones de productores.
Además, los programas como de Incentivos para Productores de Maíz y Frijol (Pimaf) y ProAgro, destinados para el sur-sureste y que están aglutinados en el Programa Sembrando para el Bienestar, son ya un apoyo tipo beca.
“Se trata de un padrón revisado tras los escritorios y con el palomeo del subsecretario se envía recursos a tarjetas bancarias para que se usen como mejor les parezca a los agricultores”, finalizó.