Las condiciones en la agricultura como la ganadería no son nada alentadoras, producto de la sequía que impera en el campo de Tamaulipas, tras casi dos años sin precipitaciones pluviales importantes.
Cultivos como el sorgo, maíz, algodón y otros, sobre todo en la zona norte de la entidad, se encuentran afectados por la falta de agua y, en algunos casos, por heladas registradas a inicios de año, reveló Raúl García Vallejo.
El Secretario General de la Liga de Comunidades Agrícolas y Campesinos de Tamaulipas estableció que si bien ha llovido, el agua caída no ha sido la suficiente y no descartó que la producción podría disminuir.
“Tenemos casi dos años en los que no ha llovido, la poca agua que se tenía en las presas de donde se abastece el ganado se han ido secando y los pastizales ni se diga, el panorama no es bueno en el campo”, estableció.
Para lo que resta de abril, consideró que difícilmente habrá precipitaciones pluviales y el campo se mantendrá en las mismas condiciones como hasta ahora.
De hecho, se estima que en mayo es cuando pudiera haber la presencia de lluvias, aunque para esas fechas ya se habrá levantado lo poco o mucho de la producción, sobre todo de sorgo y maíz.
“Hay en promedio de 28 a 30 mil hectáreas en el norte de Tamaulipas que de plano no tienen agua, y si no hay agua el desarrollo de la planta no se da, se seca”, subrayó.
Lo único que puede salvar a la agricultora y a la ganadería y mejoraría las condiciones en el campo, es la presencia de una tormenta tropical o un ciclón, “de otra forma no vemos cómo se pueda recuperar”.
García Vallejo admitió que la gente del campo mantiene su ritmo de actividad, en espera de que se registren precipitaciones pluviales.
“Sí llovió hace unos días, pero el agua prácticamente la absorbió lo seco de la tierra, es decir, no le hizo nada”, indicó.
Con excepción de Nuevo Laredo y municipios aledaños en la frontera chica, en el resto del estado la lluvia fue escasa, concluyó.
