La siembra de maíz viene un poco lenta en Estados Unidos; a principios de semana se había implantado un 7% del área programada, frente al 15% del promedio de los últimos cuatro años, por un clima excesivamente frío. Particularmente, los estados de Iowa e Illinois están más retrasados, con un avance de 2%. Los pronósticos de corto plazo no son alentadores y adelantan que seguirán las bajas temperaturas. Así, se va pasando la fecha óptima de siembra y se pierden los mejores días para la implantación.
No obstante “hay que recordar que los farmers tienen mucha maquinaria y gran capacidad de trabajo y con tiempo favorable pueden recuperar rápidamente el atraso”, advierte Sebastián Olivero, responsable de Commodities de StoneX.
Por su parte, en Brasil también está empezando a preocupar el clima seco para la siembra de safrinha. El año pasado, el vecino país produjo 87M/t de maíz por la sequía y se estimaba llegar a 116M/ha en el actual ejercicio, con un salto del saldo exportable de 21 a 42M/t.
Al duplicarse, ayudaría a paliar la situación de escasez del cereal provocada por la guerra, pero por ahora todos están pendientes de los pronósticos.
Mala condición
En tanto, los trigos de invierno de Estados Unidos, que ya superaron la etapa de dormición y avanzan en la fase de espigazón, evidencian mala evolución, con solo 27% de condición “buena” a “excelente” versus 49% de la campaña anterior.
En Kansas, el principal estado productor, solo el 26% de los cultivos alcanzan esas condiciones versus 55% del año pasado. Estos datos “son de los peores de la serie histórica desde 1989 para este momento del año del trigo, cuando el cultivo transita las cinco semanas más importantes para la definición del rendimiento”, resalta Olivero. En ese contexto, “se necesitan lluvias rápidamente, para no seguir perdiendo rindes”, alerta.
En estos días se siembran los trigos de primavera, pero su aporte es limitado, al representar alrededor del 25% del área implantada. La producción de trigo de Estados Unidos puede llegar a 55millones de toneladas en años buenos. Para la campaña actual, se esperan 45M/t o incluso menos. Es un problema adicional a los existentes en el mercado internacional del trigo, vapuleado inicialmente por La Niña y rematado por las restricciones de oferta que se plantean en la zona del Mar Negro.
