El desarrollo de esta especie de alto valor comercial contribuirá a la recuperación de niveles de abundancia e incrementará las fuentes de empleo.
• Investigadores del Instituto, y del CETMAR, en Tampico, realizan trabajos de laboratorio donde ya se observan aumentos en peso y talla durante el cultivo de organismos.
El Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) presentó avances en el desarrollo del estudio de biotecnología que lleva a cabo para el cultivo y engorda del robalo blanco (Centropomus undecimalis) en el Golfo de México, lo que contribuirá a la recuperación de los niveles de abundancia de esta especie e incrementará su producción.
A la fecha, luego de 14 meses de estudios, se ha observado un incremento en el crecimiento y peso medio de los organismos, lo cual indica que esta especie tiene potencial acuícola, destaca un reporte del organismo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). Este resultado sienta las bases para iniciar la domesticación y reproducción en cautiverio del robalo blanco.
Esta especie es un producto de gran importancia comercial en las costas del Golfo de México y existe interés por parte de pescadores, acuicultores e inversionistas en participar en proyectos de cultivo para recuperar sus niveles de abundancia y fuentes de empleo que propicia la pesquería.
En la primera parte del proyecto, especialistas del Centro Regional de Investigación Pesquera del INAPESCA en Tampico, y del Centro de Estudios Tecnológicos del MAR (CETMAR 09), recolectaron organismos para experimentos en laboratorio, donde son sometidos a estudios en estanques con sistemas de recirculación de agua.
Una vez que concluya esta fase, los investigadores iniciarán el cultivo experimental del robalo con el fin de obtener un lote de reproductores para la generación de crías; al finalizar este periodo de estudios, se consolidará el proceso de reproducción, desove y obtención de crías, con lo que se completa el ciclo reproductivo de la especie.
Cabe señalar que la investigación incluye el diseño de un sistema de recirculación de agua para el cultivo intensivo de peces marinos en sus etapas juvenil, preadulto y adulto, tanto de robalo blanco silvestre como domesticado.
Se considera también el desarrollo de procedimientos para la inducción a la maduración y desove.
Como parte de los trabajos en laboratorio, los organismos reciben alimentación con base en un registro de consumo y se les practican biometrías periódicamente para conocer el incremento de peso y talla.
Durante el cultivo, cotidianamente se anotan las variables de calidad del agua y los estanques se mantienen en óptimas condiciones sanitarias.
Fuente: Sagarpa