A pesar de que persisten las pérdidas económicas para los cafeticultores por prácticas como el “coyotaje”, principalmente en la región indígena Otomí-Tepehua, la de mayor producción del grano en el estado, en 2013 la cosecha de café en Hidalgo fue cercana a las 34 mil toneladas, con una derrama de 275 millones de pesos, informó el secretario de Desarrollo Agropecuario, Alberto Narváez Gómez.
El funcionario reconoció que por la venta a través de intermediarios, muchos pequeños productores no ven un beneficio directo, ya que quienes comercian el café obtienen el mayor ingreso. Este problema se deriva por la falta de canales de comercialización, por ello han implementado medidas para combatir el “coyotaje”.
“Históricamente los intermediarios lo compran y lo venden, porque los productores son de muy pequeñas proporciones y lo que quieren es inmediatamente el recurso, no tienen la posibilidad de hacer un acopio”.
Añadió que el café hidalguense no es reconocido a nivel nacional; sin embargo, llega en gran volumen a muchas partes del país por el “coyotaje”, sin dejan ganancias netas a los cafeticultores.
Una medida del gobierno estatal para erradicar esta problemática es cultivar en microlotes café de buena calidad para subastar, propiciar que el plantío se dé a conocer y se cotice a un mejor precio, además de seguir políticas de comercialización directa.
Lo difícil, dijo, es organizar a los productores: “El problema del campo es la pulverización de la tierra, principalmente en la sierra y huasteca”.
Fuente: Milenio
