Cultivos orgánicos crecen 22% al año

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Durante la última década, la agricultura orgánica ha demostrado ser una alternativa muy promisoria para el campo mexicano, al pasar de 21 mil 265 a 512 mil 246 hectáreas sembradas, con una producción de alrededor de 750 mil toneladas al año.

Pese a que la producción de estos productos en México aún es incipiente, registra crecimientos anuales de 22 por ciento en promedio durante los últimos cinco años, pero el reto es que al cierre de 2014 se logre por lo menos el 32 por ciento, aseguró Juan José Linares, director de Normalización y Agroalimentaria de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa).

Actualmente 85 por ciento de la producción orgánica de México se destina a la exportación, principalmente a los mercados europeo y estadounidense, representando un valor económico superior a 600 millones de dólares; mientras que en el mercado nacional, que se estima en un valor de mil 174 millones de pesos, se registra un incremento de 10 por ciento anual en la demanda de este tipo de alimentos certificados.

El crecimiento de este sector se debe a factores como la demanda constante del mercado internacional con altos precios, mejor ingreso final para los productores, facilidad de adopción de los métodos para los campesinos, señaló.

La producción de orgánicos en México se basa en más de 40 especies diferentes, entre los que destacan el café, que es uno de los principales productos demandados por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Japón.

Además del maíz y el ajonjolí, seguidos por tomate, chile, calabaza, pepino, ajo, cebolla, berenjena, melón, mango, naranja, manzana, papaya, plátano, piña, limón, coco, durazno y aguacate.
Así como el agave, para la obtención de miel; destaca la albahaca, menta, jengibre, frijol, soya, cocoa, aceite de palma, vainilla, cacahuate, nuez, garbanzo y cártamo. En pequeñas cantidades se produce miel, leche, crema, queso, dulces y cosméticos.

INTERÉS GUBERNAMENTAL

Debido al éxito no sólo en la producción sino en la exportación de productos orgánicos, este año la Sagarpa destinó un presupuesto inicial de 47 millones de pesos para el impulso de esta actividad, sin embargo, en días pasados el titular de la dependencia, Enrique Martínez y Martínez, anunció que lo ampliaría a por lo menos 200 millones de pesos.

Con ello, no sólo se buscará apoyar la producción, sino también el ordenamiento del mercado, ya que si bien el consumo en el país es grande, el mercado nacional está invadido de productos que se venden en las grandes cadenas comerciales pero sin tener un arancel específico.

El reto que tiene el gobierno mexicano, en coordinación con la Secretaría de Hacienda, es fijar un arancel especial que permita determinar cuánto producto se está vendiendo en el país, es decir, un ordenamiento de lo que son los productos orgánicos.

“Sagarpa y las organizaciones vamos a implementar una campaña muy fuerte para que la gente conozca el beneficio que tienen estos productos y dónde los puede encontrar”, señaló Linares, de la Sagarpa.

Si bien el costo de la certificación de un producto orgánico puede ser superior a 60 mil pesos, además de que la productividad y los rendimientos de estos son inferiores a los convencionales, los productos orgánicos son, en promedio, entre 40 y 50 por ciento más caros debido al valor agregado que va dirigido a un determinado nicho de mercado que consume estos productos considerados de mejor calidad para la salud.

ATRACTIVO PARA PEQUEÑOS

Al tratarse de una actividad viable para el minifundio, es practicada por campesinos e indígenas con pequeñas parcelas que en promedio alcanzan las 2.25 hectáreas, pero que han logrado agruparse en cooperativas para facilitar la certificación y el comercio por lo que este sector representa más de 80 por ciento del total de productores, tienen 84 por ciento de la superficie orgánica total y generan cerca de 70 por ciento de las divisas derivadas del sector.

En tanto que los productores de gran escala son empresas privadas que cubren de 100 a dos mil hectáreas. “Los producen grupos vulnerables como indígenas y grupos de mujeres, a quienes les permite tener mejores ingresos que si cultivaran productos tradicionales”, señaló Linares.

A diferencia de otros productos agroalimentarios, en estos se cuida el proceso desde que inicia con la trazabilidad y hasta el punto final que es la certificación.

ORDEN NECESARIO

El cultivo de orgánicos se practica en casi todo el país, sin embargo, tan sólo ocho estados concentran 83 por ciento de las áreas destinadas a este tipo de productos; estos son: Chiapas, con 29.54 por ciento; Oaxaca, con 18.02; Querétaro, con 10.26; Guerrero, con 5.76, Tabasco 5.69; Sinaloa, con 4.65; Michoacán, con 4.53 por ciento, y Jalisco con 4.51 por ciento.

Actualmente en México no existe ni siquiera un padrón de todos los productores de orgánicos, sin embargo, se estima que para el mes de octubre próximo estará listo un directorio no sólo de los productores sino de los productos.

“Hemos avanzado mucho, empezamos el ordenamiento, tenemos un distintivo, tenemos un componente de apoyo, pero aún falta mucho por hacer”, dijo Linares.

 

El Financiero

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