La contaminación del Río Sonora con metales pesados podría afectar a toda la ganadería sonorense, que exporta unas 300 mil cabezas al año, así como a los productores de nuez.
Mario Camberos Castro, investigador titular de la Coordinación de Desarrollo Regional en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, (CIAD), prevé que la caída en la producción agropecuaria eleve la marginación y pobreza en los siete municipios, donde podría haber un gran éxodo hacia ciudades como Hermosillo.
“Puede acarrearle un problema a toda la ganadería sonorense”, advirtió, “en Estados Unidos compran unos 300 mil becerros al año a los sonorenses, pero los compradores no hacen distinción porque le compran a los acaparadores, ellos no hacen distinción si vienen del Río Sonora o de otro lado”.
“Pero ante un problema de esta magnitud, inmediatamente establecen una cantidad de medidas y, en vías de que descubren de dónde exactamente viene y qué ganado puede estar contaminado, suspenden compras”.
Un día después de que el derrame llegó al primer municipio, Arizpe, los acopiadores de leche detuvieron la producción; días después, ante notario público tiraron 6 mil 500 litros de las ordeñas recientes en seis municipios.
Ahora, cuando de manera oficial Sagarpa estatal y la Unión Ganadera detuvieron la producción lechera en los siete municipios ribereños, en Ures se tiran al día unos 26 mil litros de leche y otros 2 mil en los otros seis municipios, que en teoría no son aptos para consumo humano.
La producción agrícola también está en vilo; a la siembra de cacahuate, forrajes, caña de azúcar y de alimentos para el autoconsumo, los nogaleros anunciaron ayer la posibilidad de perder la cosecha.
La disyuntiva está en que, de regar los árboles con agua del Río Sonora o pozos cercanos al cauce, podrían contaminar con metales pesados la tierra y perder el valor de toda la huerta.
“Nogaleros, si no regamos esta semana perdemos la cosecha”, dijo un productor, “si regamos y contaminamos la huerta y la fruta, perdemos la cosecha y la huerta”.
El pasado 6 de agosto un derrame en la mina Buenavista del Cobre, en Cananea, escurrió por el arroyo Las Tinajas hasta el Río Bacanuchi, que unos 75 kilómetros aguas abajo se unió con el Río Sonora frente a la población de Arizpe.
Luego de una semana, la mañana del miércoles 13 de agosto llegó a la presa El Molinito, en Hermosillo, donde la corriente contaminada se unió a 15 millones de metros cúbicos de agua limpia.
La nueva mancha naranja que avanza por Arizpe pasará frente a los municipios de Banámichi, Huépac, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora, Ures y, finalmente, llegará a Hermosillo.
Agencias
