Arriba de 20 toneladas de camarón se capturaron durante la primera marea de la temporada 2014-2015, hace una semana se levantó la veda del crustáceo y los números siguen sin alentar a los ribereños, quienes esperaban con ansia llegara la actividad productiva, pues tenían más de tres meses sumergidos en una severa crisis económica.
Según datos ofrecidos por el jefe de la Oficina de Pesca de el Golfo de Santa Clara, Alan Gallardo Camacho, poco más de 20 mil kilos de “oro rosado” se han capturado, pero aún hay tiempo para continuar con la actividad productiva.
Comentó que la mayoría de la producción alcanzó la calidad 16-20 (medianos), lo cual ocurre regularmente en el inicio de la temporada de camarón, pero para noviembre y diciembre se alcanzan los niveles más altos y de mejor tamaño (U-10 o jumbos).
Aseguró que los primeros tres días fueron malos, algunas pangas sólo capturaron medio kilogramo y la mejor hasta 90 kilos, pero no es suficiente, pues el nivel de captura de las pangas, en temporada “buena” puede alcanzar 500 ó 600 kilogramos.
Indicó que el precio por kilogramo en playa es de 190 pesos (sin maquilar) y de 220 pesos para su exportación; la mayoría del producto se comercializa en Estados Unidos de América.
El remanente de camarón (de segunda) se comercializa en la ciudad, pero se trata de producto de muy buena calidad y sabor.
Mal clima en el inicio
Durante tres días de la primera marea pudieron salir a pescar las 420 embarcaciones, pues luego comenzó el viento, lo cual hace peligrosa la actividad de captura, nuevamente reiniciaron el pasado sábado con niveles aún bajos.
“No podemos tirarnos al piso, la actividad siempre es así, pero luego se pone buena, por lo pronto hay que aguantar estos días”, dijo Alan Gallardo.
Saldo rojo en la actividad pesquera
El lamentable choque de pangas que propició la muerte de dos pescadores preocupa a la comunidad pesquera, pues “no sabes cuándo te pueda tocar”.
“La verdad es que al salir al mar te juegas la vida y en casa está tu familia que te espera de regreso”, dijo el jefe de la Oficina de Pesca, quien también proviene de familia de pescadores.
Agregó que este accidente sin lugar a dudas será motivo para que los ribereños refuercen los protocolos de seguridad para evitar riesgos, aunque también es importante que Capitanía de Puerto esté al pendiente de la actividad, con el fin de obligarlos a seguir las medidas.
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