A dos años de la intensa sequía que asoló el norte del país, en Sinaloa —principal productor agrícola—, la cosecha de maíz no ha podido recuperarse del nocaut que dejó la falta de lluvias, lo cual, sumado a una baja en precios, impactó de manera negativa en la venta de maquinaria.
La cosecha del 2013 (3.63 millones de toneladas) aún se encuentra 30.6% por debajo de lo registrado antes de que el estado se viera severamente afectado, en el 2010.
En ese año, la entidad alcanzó una producción de 5.23 millones de toneladas, un nivel muy cercano a su máximo histórico.
Sin embargo, para el 2011, ésta sufrió un descalabro mayúsculo, con un nivel de 2.93 millones.
De acuerdo con el último registro anual del Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera, en el 2012 el estado recuperó una parte de su cosecha, al cerrar con 3.65 millones de toneladas de maíz; sin embargo, en el 2013 volvió a caer hasta 3.63 millones.
Bajos precios
Otro de los factores que ha afectado, es el descenso en precios. De acuerdo con datos de la Bolsa de Valores de Estados Unidos, en julio del 2012 alcanzó un precio récord de 332 dólares por tonelada. De esa fecha en adelante, la cotización ha ido en picada, con ligeros repuntes, pero llegando a tocar niveles de 176 dólares, en agosto del 2014.
Con esta tendencia a cuestas, Sinaloa ha ido perdiendo terreno en la participación de la producción nacional de maíz. En el 2010 representaba 22.4%; actualmente, llega a 16 por ciento.
Ahora Jalisco le pisa los talones, representando 14.6%, lo mismo que en el 2010.
Enfrían motores
David Tamayo Alvarado, director general de Maquinaria de Humaya —empresa distribuidora de maquinaria agrícola—, comenta que la caída progresiva en la producción sinaloense está afectando al negocio.
Refiere que los márgenes por la venta de ésta en el estado cayeron 40% tan sólo en el último año, debido a su abaratamiento.
Lo sucedido en esta empresa, la más grande en el estado dentro del negocio, toma el pulso del mercado de maquinaria en Sinaloa, ya que cuenta con una participación de mercado de 45 por ciento.
Aunque las ventas totales de la empresa no han mermado, debido a la promoción de productos de tecnificación y refacciones, el directivo reconoce que la contracción del mercado de maquinaria es considerable.
Explica que el negocio está asociado a los ciclos del campo sinaloense, el cual ha resentido particularmente la caída en los costos del grano y el clima, lo que inhibe la producción local y la demanda de máquinas.
“Nosotros dependemos mucho de cómo le vaya a nuestros clientes y el cliente tiene mucha variación de sus resultados por la cuestión climatológica y el precio de los granos. Habíamos tenido años muy buenos, pero este específicamente se vinieron a la baja. La venta este año se ha ido para abajo como resultado del ciclo para los productores”, comenta.
El directivo comparte que el robo de maquinaria en el estado ya no representa una preocupación mayúscula.
El Economista