Luego de tres años de investigaciones, estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Puebla, crearon el primer fertilizante cien por ciento orgánico a base de piedra pómez, el cual saldrá a la venta en los próximos meses.
“En este momento contamos con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que nos benefició con un bono de innovación para reunir tres millones de pesos que se invertirán en el proyecto”, afirmó Said Robles Casolco, miembro de la Escuela Nacional de Ingeniería del Tec.
Dijo que los recursos provenientes del fondo sectorial FINNOVA que otorga el Conacyt y la Secretaría de Economía se usarán para diseñar y fabricar la maquinaria necesaria para trabajar la materia prima que es la piedra pómez.
“Tal material se ha utilizado como un abrasivo y no se le había no se le ha dado un valor agregado. En este caso, el trabajo de investigación culminó en un fertilizante orgánico, 30 por ciento más económico y con la cualidad de liberar nutrientes conforme va creciendo la planta”, explicó.
Informó que el fertilizante cuenta con tres vertientes para su comercialización. En primer lugar, por su naturaleza, puede ser vendido a granel porque el campo mexicano desea nuevos materiales para que la parcela se recupere o se regenere. En segundo, se ofrecerá en presentación de bultos en 50 kilos y, en tercero, en paquete de 2 o 4 kilos para que también pueda ser empleado en los jardines de las familias mexicanas.
Este fertilizante es la mezcla de elementos biológicos como el potasio, manganeso y azufre, los cuales se emplean como sustrato para enriquecer a la piedra pómez. “Así, una vez que este mineral absorbe los elementos citados, actúa como un fertilizante que alimenta a la tierra de cultivo, liberando poco a poco los nutrientes que las plantas requieren durante su crecimiento”, señaló.
Al respecto, precisó que con este nuevo desarrollo se incrementa de forma exponencial el crecimiento del vegetal, pues mientras los fertilizantes tradicionales permiten que las semillas germinen hasta en 60 días, con el uso de la piedra pómez se puede lograr que sea en una semana.
Además, agregó, la piedra pómez por sí misma hace que no haya tanta erosión en el campo mexicano porque retiene en un 10 por ciento el agua de temporal, con ello se resuelve uno de los problemas del agro mexicano.
Este producto surgió de la necesidad de José Ruperto Cortina, exalumno de la Licenciatura en Negocios Internacionales (LIN) y director de Agroquímicos y Aspersores de Perote, Veracruz, quien estaba interesado en darle un valor agregado al producto que extraía de su mina.
Actualmente cuenta con una mina que produce más de 500 toneladas diarias de este mineral, pero el costo unitario de venta es menor a un peso. Las cementeras son las que usan de este mineral, como un ingrediente más para el cemento conocido como Portland.
Afirmó que buscó el apoyo de los investigadores y el más cercano al área de la ciencia de los materiales es el doctor Said Robles, por lo que a partir de ello se dedicó a determinar cuál sería la mejor oportunidad, como abrasivo o darle otro camino. Así que la innovación fue darle otro uso, sumarle ingeniería y biotecnología.
El siguiente paso fue concretar una alianza con otra empresa denominada ADV Mechanics, bajo la dirección del poblano José Antonio Abascal, quien es exalumno de Ingeniería Mecánico Administrador (IMA) del mismo Tec de Monterrey del Campus Puebla y que generará la maquinaria para producir el fertilizante.
El investigador apuntó que de esta manera será en agosto cuando dé inicio la producción industrial de este nuevo fertilizante, para empezar su distribución a nivel nacional a finales de este 2015. México -dijo Said Robles- es rico al contar con una gran variedad de materiales, pero lo que ha faltado es explotarlos a través de un conocimiento nuestro, ponerle un listado de oportunidades y de ahí comercializarlo primero a nivel nacional e internacional.
NTX