La pesca de la curvina golfina ocupa el segundo lugar en importancia en el Alto Golfo de California, por lo que en esta zona se realizan monitoreos comunitarios de la especie para proteger su desarrollo y producción.
La captura de la también conocida como curvina del golfo (cynoscion othonopterus) se lleva a cabo entre los meses de febrero y mayo, durante su migración cada año al Alto Golfo de California, en donde es considerada como una especie endémica.
Es en las comunidades de Santa Clara, en el estado de Sonora, así como en la Cucapah y Bajo Delta, en Baja California, donde unos 250 mil percadores rurales realizan esta actividad de la cual resultan beneficiados.
Es precisamente la aplicación de medidas como la veda temporal como se protege el desarrollo y producción de la curvina para garantizar las fuentes de trabajo, al permitir también el desarrollo de otras especies como pulpo, charal, erizo, abulón y langosta, entre otros.
Aunque existe disponibilidad de la curvina, corvina o roncadores, así como abundancia, sin embargo, su aprovechamiento mejorará de manera sustancial con la aplicación de esquemas de manejo para asegurar el mantenimiento de sus poblaciones.
Es a través de los sistemas de monitoreo administrativo comunitario como se recopila la información suficiente sobre el movimiento de la flota en playa, así como de los volúmenes de captura que se entrega en las plantas y centros de recepción.
La Secretaría de Pesca y Acuacultura de Baja California indicó que el objetivo de la vigilancia de la especie es contar con un mejor control de la curvina que se captura, así como de los precios a los que se venden en plantas o compradores móviles.
Añadió que con esta actividad se recopilan datos, y con esa información los pescadores estarán en condiciones de conocer las variaciones en la producción durante las mareas curvineras.
Ello, con la finalidad de que puedan efectuar sus planeaciones, volverlas más eficaces en términos de precios y su posterior comercialización en los grandes mercados, así como buscar mejores acuerdos comunitarios con otras poblaciones pesqueras.
Indicó que hasta mediados de marzo pasado se contabilizaron mil 880.50 toneladas capturadas, lo equivale al 49.6 por ciento de la cuota asignada este año, que asciende a tres mil 790 toneladas de pescado eviscerado, con 5.1 toneladas por embarcación.
Dijo que en Baja California 2015 fue el primer año en el que las comunidades de San Felipe y Bajo Río iniciaron un proceso de monitoreo administrativo, entre pescadores independientes, organizados y plantas, así como con autoridades de pesca.
NTX
