Comunidad de Jalisco consolida proyecto de huerto productivo

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En El Vigía, una comunidad de 30 familias de la Sierra de Manantlán, se desarrolla un proyecto productivo que inició con 10 metros cuadrados en la siembra de hortalizas. Ahora, con 100 metros cuadrados de extensión, esta población produce pepinos, col, cebollas y cilantro.

La comunidad, de origen nahua, también ha duplicado la producción de huevo de rancho en dos años. Esto facilita el acceso a la proteína animal, como una alternativa ante el costo de las carnes rojas y pescado.

La promotora del Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) en el municipio de Cuautitlán de García Barragán, Antonia Rodríguez de la Cruz, resaltó el impacto que tiene este modelo en las comunidades locales.

“Este es un ejemplo para impulsar la producción de alimentos en lugares críticos del estado, donde en los tres años recientes, mil 800 familias de municipios de Jalisco de zonas rurales marginadas han consolidado pequeños proyectos productivos, que generan alimentos para autoconsumo, además de excedentes para su comercialización”, comentó.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha diseñado y promovido el PESA, un modelo que el Gobierno de Jalisco ha adoptado, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder).

La responsable del proyecto en la Seder, Susana Salmerón Hermosillo, y el consultor de la Unidad Técnica Nacional del PESA, Isaías Gómez Sánchez, coincidieron en que estas acciones propician la producción de carnes de res, cerdo y aves de postura, además de hortalizas y frutas, ya sea a cielo abierto o en pequeños invernaderos.

Un buen número de estos huertos y corrales generan alimentos que en 70 por ciento son destinados al autoconsumo de los grupos productivos.

Las familias involucradas destinan el resto a la comercialización, que genera ingresos y un avance gradual en la capitalización y la gestión empresarial, para incidir en el mercado regional, pues la estrategia busca que las comunidades superen dependencias paternalistas.

Estas gestiones se realizan en la zona norte —donde se incluye a población wirrárika— y en la sureste —con comunidades nahuas—, con un enfoque de desarrollo sustentable.

Con énfasis en el cuidado de los suelos, así como las fuentes de agua, además de una tarea de autogestión y educación financiera; al mismo tiempo, se busca reforzar el capital humano.

Entre los municipios involucrados en el PESA figuran Bolaños, Colotlán, Mezquitic, Chimaltitán y Villa Guerrero, además de Cuautitlán de García Barragán y Tuxpan.

En 2015 se asignaron 27.6 millones pesos al PESA, lo que incidirá en 60 localidades de alta marginación

Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el campo de Jalisco se registra una reducción de 2.6 por ciento en el nivel de pobreza extrema.

NTX

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