Industria de la jaiba en EUA depende de empleadas temporales mexicanas

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La industria de la jaiba en el estado de Maryland depende de las trabajadoras temporales mexicanas que dejan a la familia en sus comunidades de origen para realizar el pesado trabajo de extraer la pulpa del crustáceo.

De mayo a noviembre, las mexicanas adscritas al programa de visas H2-B comienzan su jornada de trabajo a las cinco de la mañana para cubrir una cuota de extracción de pulpa del también llamado “cangrejo azul” o incluso superar ese límite, a fin de aumentar su ingreso.

Desde hace más de 15 años, Guillermina Zúñiga deja a su esposo y sus dos hijos en su natal Ciudad del Maíz, en el central estado mexicano de San Luis Potosí, para trabajar en Hooper’s Island.

Dicho territorio es una remota área rural de pescadores, donde se asientan decenas de procesadoras de jaiba y ostiones en la costa este de Estados Unidos.

Zúñiga puede ganar hasta 600 dólares a la semana por extraer 24 kilogramos de pulpa de jaiba al día, gracias a la pericia que la experiencia le ha dado. Sin embargo, su ingreso puede ser menor dependiendo del nivel de captura durante la temporada.

La potosina se dijo satisfecha porque su ingreso en Estados Unidos beneficia a la economía de su familia gracias a la paridad del dólar.

“Es triste, si es muy triste, pero tenemos que venir para acá por razón del dinero”, declaró a Notimex Zúñiga, al referirse a la separación de su familia durante un periodo de siete meses cada año.

Más de tres mil trabajadores temporales fueron certificados por el Departamento del Trabajo el año pasado para Maryland, a fin de cubrir la demanda de mano de obra para la industria de la jaiba, el sector hotelero y la jardinería, que el mercado laboral interno no ofrece.

Sin embargo, para marzo de este año el programa de visas temporales alcanzó su límite de 66 mil autorizaciones de trabajo anuales, dejando a las empacadoras de jaiba con una potencial escasez de mano de obra para la temporada del crustáceo que inicia en abril.

En junio pasado, el Departamento de Seguridad Interna –gracias al trabajo de la senadora de Maryland, Bárbara Mikulski- encontró que entre tres y seis mil visas H-2B no estaban siendo usadas y las puso a disposición de las empresas que las necesitaran más.

En la zona de la costa este, las empacadoras de pulpa de jaiba contratan a mexicanos, que reciben de los pescadores locales hasta tres o cuatro cargamentos diarios del crustáceo durante septiembre y octubre, los meses de mayor producción de la temporada.

La división de género le asigna a los hombres el lavado y cocimiento del cangrejo azul, mientras las mujeres son contratadas por su habilidad para extraer la pulpa de la jaiba, que alcanza un precio al público de entre 25 y 30 dólares la libra (unos 460 gramos).

Las empacadoras en Hooper’s Island, en su mayoría pequeñas empresas, de entre 30 y 50 empleados, proveen a sus trabajadores temporales de alojamiento por un pago de entre 30 y 45 dólares semanales dependiendo si comparten con otras personas la habitación.

Asimismo, ofrecen transporte a sus empleados para ir a la planta procesadora en días laborables. Los viernes, el empleador los lleva a realizar compras de alimentos y otras necesidades al puerto pesquero de Cambridge, localizado a 35 kilómetros de Hooper’s Island.

La Iglesia católica en Cambridge se encarga del transporte de los mexicanos en las área más aisladas, a fin de que asistan al servicio religioso dominical.

En el marco de la semana de los derechos laborales en Estados Unidos, el consulado de México en Washington llevó a esa ciudad servicios de asesoría legal en temas del trabajo e inmigración.

“Lo que tratamos de hacer es educar a los trabajadores migrantes, que en este país –independientemente de su nacionalidad y situación migratoria- tienen derechos laborales”, señaló Juan Carlos Mendoza, cónsul de México en la capital estadunidense.

El diplomático apuntó que el consulado a su cargo trabaja con las autoridades laborales en Estados Unidos. “Ellos son los más interesados en que se respeten los derechos de los trabajadores migrantes”, remarcó.

El consulado móvil ofreció además a los miembros de la comunidad, en especial a los trabajadores temporales, atención médica a través de la Ventanilla de Salud, que brinda, en conjunto con una organización asistencial local, cuidados de salud a los mexicanos en territorio estadunidense.

NTX

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