Campesinos y ganaderos esperan que las lluvias registradas en la región de los Llanos desde el jueves pasado sean benéficas para el campo. Luego de padecer por casi un mes sin precipitaciones pluviales en el municipio el ánimo de los agricultores se tambaleó pues las plantas de frijol no habían alcanzado el tamaño esperado en agosto.
Sin agua, quienes no tenemos riego, veíamos todos los días cómo las plantas se marchitaban cada vez más, pero con lo que ha llovido ya hay esperanzas de algo, dice José Pérez García, productor del poblado José María Pino Suárez.
La derrama económica en el sector comercial que acarrean las maniobras de la gente del campo es importante y sobre todo en áreas de refacciones e insumos para la movilidad de los campesinos. “Notamos inmediatamente cómo la lluvia activó de nueva cuenta a los agricultores, quienes son nuestros clientes de todo el año, con esto nuevamente se genera movimiento en nuestros negocios”, explicó un comerciante local de aceites para motor y refacciones agrícolas.
Aunque la productividad por hectárea de frijol que se esperaba no se dará, de cualquier forma habrá cosecha este ciclo, dicen los productores, lo que sin duda viene a generar buenas expectativas entre la gente de los Llanos.
El Siglo de Durango