Con tecnología e innovación, la producción de maíz puede convertirse en rentable en México y ganar la batalla a la siembra de berries o incluso la droga, para entonces darle de comer a los mexicanos: “Si no tienen tortilla, no comen”, sentenció Bram Govaerts, director Asociado del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con sede en México.
Él hizo el viaje a nuestra ciudad para participar en el Foro Agroalimentario Internacional que se realiza aquí.
Bram Govaerts explicó que “el centro tiene su sede en México, responsable para todo lo que es trigo y maíz, y México puede estar orgulloso porque a través de éste hemos salvado miles y miles de vidas, y gracias a eso su más destacado investigador Norman Borlaug recibió el Premio Nobel de la Paz en los años sesenta”.
Destacó que junto con muchos actores tienen en México un programa que se llama MásAgro y “queremos que México sea autosuficiente en la producción de maíz y trigo”.
Especificó que el trabajo realizado “impacta a nivel mundial, de hecho 60 millones de hectáreas en el mundo de maíz provienen de los trabajos aquí en México y todo el trigo que sembramos en Latinoamérica, África, el sur de Asia, todo esto viene del trabajo que hacen aquí en el centro en conjunto con actores locales y con productores, y esos trigos es lo que comemos día a día, cuando comemos pan y tortillas, por supuesto”.
Refirió que este centro genera nuevas variedades y nuevos sistemas de producción más amigables con el medio ambiente y que garantiza que los pequeños productores y los productores pobres puedan obtener rendimientos altos y estables y mayores ingresos para sus familias. Los cálculos son que se salvaron mil millones de vidas porque la población va creciendo y necesita más alimento, y hemos podido lograr que el volumen de alimentos producidos a través maíz y trigo siga creciendo”.
Dijo que actualmente México no es autosuficiente en la producción de maíz y trigo, sin embargo por su biodiversidad tiene todo el potencial de serlo.
Citó que se han combinado semillas -no transgénicos- para identificar a las mejores, entonces generar nuevas semillas nacionales que se están distribuyendo con los productores a través de 42 semilleras nacionales, de las cuales 14 son de Jalisco y que han podido aumentar su venta en un 42%, gracias a MásAgro.
Reconoció que muchos productores de maíz se han inclinado por los berries o incluso por la siembra de droga.
Sin embargo, aclaró: “El tema de la rentabilidad de maíz no es tema de precio, sino de costos de producción y estamos trabajando con productores en prácticas como agricultura de conservación, en el uso de sensores, como un sensor que cuesta 100 dólares, que te dice exactamente el fertilizante que necesitas y no sobregastamos ni contaminamos”.
Refirió que de igual forma inclinarse por cualquier otro producto en el campo como los berries y no por lo que se necesita para alimentar a los mexicanos, “necesita urgentemente una integración de las políticas públicas y tenemos que garantizar los programas de Gobierno de subsidio se conviertan en incentivos”.
“En la Cruzada Nacional Contra el Hambre, primero tendríamos que garantizar que la gente tiene que comer y que tiene tortilla, entonces va a vender berries, tal vez se va a comprar un celular, pero no va a tener a su familia bien alimentada”.
Terminó diciendo que esto es un llamado para “que invirtamos los recursos públicos y los recursos privados en un desarrollo sustentable real, que el campo sigue siendo un motor de crecimiento que saca a los pequeños productores de la pobreza a través de, primero, dar alimentos a su familia; dos, si poder vender cierto excedente para que tengan ingresos y entonces estamos generando incentivos reales a la productividad. Creo que la consciencia existe, si hoy no lo hacemos con lo que está pasando, con el peligro del cambio climático y con la contaminación en el campo, entonces ¿cuándo lo vamos a hacer?”
OEM
