Jalisco.- El coordinador del Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura (MasAgro) de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco, Doroteo Caro Valderrama, dijo que los contratiempos ocasionados por un mes de sequía y el exceso de agua en poco tiempo, además de las tormentas de ceniza ocasionadas por el volcán de Colima, no fueron suficientes para acabar con las plantas de maíces criollos del sureste de Jalisco.
El funcionario manifestó que este comportamiento de las semillas nativas en un entorno adverso, demuestra la urgente necesidad de impulsarlas entre la comunidad agrícola como un reto que plantea el cambio climático.
El agrónomo y extensionista, Ricardo Fabián Ortiz, dijo que las adversidades del ciclo primavera – verano, fueron superadas por la gran resistencia de los granos nativos.
Cabe recordar que el maíz es parte del patrimonio de México, nuestro país fue cuna del nacimiento de esta semilla, de ahí su gran importancia para la identidad.
Ortiz aclaró que habrá que esperar las cifras completas de la próxima cosecha, para saber con exactitud las mermas y rendimientos de las siembras de máices criollos, los cuales tienen una variedad, que incluso los transgénicos no pueden igualar, color negro, morado, rojo y blanco.
Cualidades que los hace invencibles
El experto explica que la resistencia de estos cereales ante las inclemencias del clima, tiene que ver con su calidad genética, que está relacionada con las elecciones adecuadas por los agricultures a la hora de la siembra, además de una serie de prácticas agrícolas para inducir fortaleza a las plantas, como un enraizamiento profundo que les confiera estabilidad.
También el empleo empleo de composta orgánica ha demostrado que permite la filtración de humedad en el suelo, lo que fue un factor clave para que la planta resista periodos de sequía.
Fabián Ortiz hizo notar que, además de preservar las especies nativas, los maíces criollos son toda una alternativa, pues los granos tienen buen precio y se puede aprovechar su forraje y el pigmento de sus colores en varios giros agroindustriales, además de su demanda en diversos platillos de la comida mexicana.
Subrayó que entre los maíces criollos se destaca el tampiqueño (también conocido como tuxpeño), “el cual es el padre de todas las variedades nativas. Es un grano blanco que mide de tres y medio a cuatro metros de altura en su tallo, con mazorcas de 35 centímetros de largo y siete y medio de diámetro”.
Por último aseguró que entre las prácticas agrícolas que se aplican en siembras de granos nativos son de una menor densidad, en comparación con las variedades híbridas; de modo que se recomienda el establecimiento de 50 mil plantas por hectárea, contra 80 mil o más de los granos híbridos.
Datos interesantes
• En el proyecto de impulso a los maíces criollos, se involucran actualmente 736 productores jaliscienses de 18 comunidades en cuatro municipios: Tuxpan, Cuautitlán de García Barragán, Zapotitlán de Vadillo y Tolimán.
• El maíz tampiqueño tiene rendimiento promedio de cuatro toneladas por hectárea que se compensa con mejor precio que los granos híbridos. Además de que también se generan ingresos por el forraje, las semillas y el olote.
• El proyecto en marcha ha sido respaldado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), ubicado en Texcoco, a través del MasAgro.
NM
