En los últimos quince días, la tonelada de maíz se encareció hasta 18 por ciento en algunos estados del país, principalmente del norte.
Cuando comenzó 2016, cada tonelada del grano básico se compraba en 3 mil 800 pesos pero en esta semana llegó a 4 mil 500 pesos, es decir, una diferencia de 700 pesos, sobre todo en Sinaloa, Tamaulipas y la zona de La Laguna, denunció Antonio de la Torre, presidente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla (UNIMT), a la que pertenecen organizaciones de 22 estados, la mayoría de pequeños y medianos dueños de molinos y tortillerías.
“Nosotros hicimos un pedido de 30 toneladas a un precio de 4 mil 220 pesos cada una y hoy me llamaron para decirme que me lo vendían pero a 4 mil 520, lo aumentaron de un día para otro. Es alarmante. No se vale”, refirió.
El precio resulta mayor para los pequeños molinos que compran al menudeo y también para quienes tienen que adquirir el grano en otros lugares porque deben agregar el costo del flete.
Más que a una caída de la producción del maíz por las heladas, el dirigente de la UNIMT atribuyó el alza del maíz a que las grandes empresas comercializadoras ajustan sus precios en concordancia con la apreciación del dólar frente al peso y a la Bolsa de Chicago, el mercado más antiguo donde se cotizan los productos básicos como el maíz, trigo y soja.
Eso sucede cada año, dijo, pero la devaluación del peso frente al dólar parece haber contribuído a que se disparara el precio. En cambio, los campesinos recibieron 3 mil pesos, en promedio, por cada tonelada que vendieron a las grandes comercializadoras.
El problema es que con dicho aumento se rompe con seis años de relativa estabilidad en los precios del maíz, por lo que De la Torre hizo un llamado a las autoridades para que verifiquen dichas alzas.
Aclaró que hasta el momento, no se ha registrado un aumento generalizado en el precio de la tortilla y sólo se tiene conocimiento de contados negocios que lo han incrementado al no poder soportar el encarecimiento del maíz porque éste absorbe el 80 por ciento del costo de los insumos.
En Sonora, la tortilla en algunos lugares subió entre uno o dos pesos y en tortillerías de Tamaulipas el kilo del alimento pasó de 17 a 20 pesos por kilo, ejemplificó De la Torre.
El Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía aún no registra dichos aumentos porque en su reporte actualizado al 27 de enero, indica que a nivel nacional la tortilla registró un precio promedio de 12.54 pesos por kilo. Sólo en 16 de 56 ciudades y zonas conurbadas que monitorea el organismo el alimento se vende a más de 15 pesos. El precio más alto es de 18 pesos y corresponde a Hermosillo, Sonora, y enseguida se ubica Mexicali, Baja California, donde la tortilla se vende a 17.57 pesos.
A su vez, los precios más altos que registra la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) corresponden a Mérida y Piedras Negras, donde el kilo de tortilla cuesta 16 pesos.
En cuanto a la harina de maíz, De la Torre mencionó que la tonelada cuesta 11 mil pesos porque hubo un aumento promedio de 350 pesos desde finales de diciembre del año pasado. Recordó que sólo en el norte del país o en los supermercados se utiliza la harina de maíz para elaborar tortillas pero la mayor parte se hace a partir del maiz nixtamalizado.
Así que aunque el precio de la tortilla que se vende en los supermercados resulta más barata, representa menos del 5 por ciento del consumo nacional, indicó. El SNIIM indica que el precio promedio del alimento en los supermercados es actualmente de 9.78 pesos.
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