Aumentos hasta de 40 por ciento en los costos de producción, menores rendimientos de las cosechas y pérdida de competitividad de precios son algunas distorsiones que ha causado la apreciación del dólar entre los productores de granos en México este año.
“El tipo de cambio nos ha afectado tremendamente, porque tanto la semilla como los fertilizantes son de importación y se cotizan con el dólar; entramos con 13.50 en 2015 y terminamos casi en 20 pesos por unidad”, explicó Pedro Ortiz Franco, vicepresidente del Sistema Producto Maíz.
Agregó que esa situación encareció los costos de producción hasta 40 por ciento, ocasionando que no todos los productores pudieran cubrir ese gasto extra y, por tanto, tener que reducir sus rendimientos y producción.
Debido a esa situación y la poca tecnificación, los productores no han podido mejorar considerablemente la producción, puesto que desde hace unos años el país produce 24 millones de tonelada de maíz, pero se necesitan 35 millones para el consumo nacional, por lo cual el restante se tiene que importar. Además, continuó Ortiz Franco, el sector ha sido muy golpeado por los fenómenos naturales, que constantemente afectan a los productores en distintos meses del año.
“El cambio climático ha limitado la producción, de repente sequías o temperaturas muy altas. En general ha hecho que padezcamos esas adversidades y no tengamos la tecnología para enfrentarlas”, subrayó.
En el mercado de Chicago, a finales de enero los futuros de maíz se cotizaban en 3 mil 6925 dólares por bushel (aproximadamente 25 kilogramos), pero desde entonces subió a 4 mil 1275 dólares, lo que significa un avance de 11 por ciento.
En enero, el contrato a futuro de la soya era de 8 mil 765 dólares por 5 mil bushel (cantidad estándar por contrato), pero para finales de mayo es de 10 mil 785, lo que significa un avance de 23 por ciento.
En tanto, los futuros de trigo se cotizaban en 4 mil 8475 dólares por bushel, y para finales de mayo se colocan en 4 mil 6465, lo que significa un descenso de 4 por ciento.
Otra situación negativa que están afrontando los productores de frijol es que el encarecimiento de la moneda estadunidense ha provocado el encarecimiento del grano de importación y el descenso del que se produce en México, afirmó Abraham Montes, presidente del Sistema Producto Frijol.
“El frijol de importación se encarece y no encontramos una razón de por qué el mexicano se cae de precio; el extranjero, por el tipo de cambio, es un frijol caro”, puntualizó.
Dijo que esa situación ha provocado que la cosecha haya disminuido alrededor de 20 por ciento, puesto que no está siendo rentable para los productores, lo cual es una coyuntura que están aprovechando los comercializadores.
“No son ni los productores ni los acopiadores primarios, esto significa que son los grandes comercializadores los que están haciendo el negocio, que ponen un precio abajo del real”, dijo.
Explicó que a finales del año pasado, en noviembre y diciembre, se pagaba entre 12 y 13 pesos el kilogramo a los productores, pero ahora hay una complicación y ya no se puede llegar a esos precios.
Agregó que la actividad deja de ser rentable al agregar seis meses de costos de almacenamiento, administrativo, operativo y financiero, además de los mayores precios de los insumos.
“El tema de los insumos es independiente, en el que para nosotros no hay una disminución de precios, al contrario, cada que el dólar se mueve los insumos para producir son más caros, en particular de fertilizantes e insecticidas”, explicó.
“Sí son afectados los productores porque se tiene que pagar más por los insumos, porque éstos son importados en dólares y sí afecta al cultivo”, afirmó a su vez Javier Valdés, director general de Syngenta en México.
No obstante, explicó que a pesar de que el costo de los insumos tiene un incremento por el tipo de cambio, también recompensan los precios de los commodities, porque se referencian a los precios internacionales en dólares.
Dijo que para aumentar los rendimientos es necesario avanzar en la capacitación de los productores y en la tecnificación del campo, para evitar afectaciones de plagas y reducir las pérdidas ocasionadas por el cambio climático.
Una prueba de ello, dijo, es que en México la firma ha logrado entrenar a medio millón de agricultores en prácticas de cultivo, a través de alianzas mediante las cuales se ha logrado, en el caso del maíz, incrementos de 9 por ciento en el rendimiento, así como en la caña de azúcar, con 18 por ciento, y en el tomate, hasta de 98 por ciento.
Es necesario el uso de las tecnologías, pues cuando un agricultor maneja un producto para controlar alguna plaga o enfermedad, si no hay una buena selección del equipo se puede desperdiciar producto y contaminar al usuario. “Si no usan los equipos de protección lo que hacemos nosotros es entrenar en cómo utilizar las tecnologías de forma segura y rentable”, puntualizó.
NTX