México importó 6.47 millones de toneladas de maíz de enero a mayo de 2016, lo que representó un alza interanual de 29.9% y, de mantenerse esa tendencia en el resto del año, podría romper récord en esta compras, estimó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Las importaciones de maíz amarillo procedente de Estados Unidos sumaron 5.7 millones de toneladas en los cinco primeros meses del año, un aumento de 25.7%, a tasa anual.
De esa misma variedad de maíz, México compró 127,000 toneladas en igual periodo originarias de Sudáfrica, un dato que no es comparable porque no se registraron importaciones un año atrás de esa nación africana.
México importó además 541,000 toneladas de maíz blanco estadounidense y 54,000 toneladas de maíz quebrado.
El maíz es el producto agrícola más importado por México de Estados Unidos, el más cultivado por los agricultores mexicanos y un símbolo poderoso precolombino por su importancia en los campos de la economía, la política y la sociedad.
La economía mexicana tiende a ser autosuficiente en maíz blanco (harinero), pero tiene un déficit de maíz amarillo, variedad usada en los sectores pecuario e industrial.
El 2008 fue el primer año en que el maíz quedó liberado en el comercio entre los dos países, de acuerdo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, luego de un periodo de transición de aranceles a la importación de 206% en 1994 a 18.2% en el 2007.
En una perspectiva más amplia, México importó 13.64 millones de toneladas de granos y oleaginosas de enero a mayo de 2016, un alza interanual de 22.7 por ciento.
Las compras foráneas del complejo de soya subieron 11.2%, con embarques desde Paraguay y Brasil; mientras que las adquisiciones de trigo escalaron 23.0%, casi la mitad de las cuales provinieron de Canadá, Francia, Rusia y Ucrania.
También se aceleró la compra externa de frijol, que subió 177.7% a tasa anual, como resultado de una menor producción interna y de la disminución de 20.6% en el precio compra.
A su vez, el volumen total de importaciones de carne en los primeros cinco meses del año ascendió a 783,600 toneladas, 2.4% más frente al mismo lapso de 2015. De ese total, 49.0% correspondió a cerdo, 41.8% a pollo y 9.1% a bovino.
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